En octubre de 1945, apenas cinco meses de finalizada la II Guerra Mundial, un avión cargado con 26 cuadros y procedente de Estados Unidos aterrizó en Holanda. Pintados, entre otros, por Rembrandt y Rubens, las obras componían la primera remesa del arte expoliado por el Tercer Reich dispuesto ya para su devolución a las familias judías.
El británico C. J. Sansom (Sussex, 1952), abogado con un doctorado en Historia, había alcanzado en Reino Unido un notable éxito con novelas sobre la dinastía de los Tudor -El gallo negro y Fuego oscuro, publicadas en Salamandra-, pero nunca pensó que Invierno en Madrid (Ediciones B), que había escrito arrastrado por su fascinación por la Guerra Civil y la posguerra en España, se convertiría en un superventas en su país.
Ahora que está en la cumbre de su carrera, Cecilia Bartoli (Roma, 1966), considerada la mejor mezzosoprano del mundo, ha alterado el orden de sus prioridades. Ya no le obsesiona tanto actuar en los grandes teatros del circuito operístico. Le preocupa más contribuir a popularizar la música clásica y a rescatar a grandes figuras del olvido.