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Los españoles están a la cola de Europa en hábitos de vida saludable

Hay más fumadores, bebedores y obesos, aunque se come más verdura

La vida sana está a orillas del Báltico. Una clasificación elaborada a partir de datos oficiales de los 15 países que formaban la UE en 2004 muestra que España está a la cola en indicadores de hábitos saludables.

Para elaborar este "índice de vida sana", EL PAÍS ha tomado los datos de un informe del Ministerio de Sanidad británico publicado el lunes que incorpora datos de toda la Unión Europea, y ha recogido cuatro aspectos: consumo de tabaco, alcohol, frutas y verduras y obesidad. Se ha dado 15 puntos al país que en cada categoría tiene mejores datos (menos fumadores, bebedores, obesos o más consumo de vegetales), y así, sucesivamente, hasta el último de cada categoría, que recibe un punto.

Sobre 60 posibles puntos (el país ideal que tuviera menos obesidad, menos fumadores, menos consumo de alcohol y más de frutas y verduras), Suecia obtiene 45, y España, 29, por delante solamente de Reino Unido, Irlanda, Alemania y Luxemburgo.

Los datos son de 2004 -último en el que hay información homologable de todos los países-, por lo que es posible que haya alguna variación. En España, de hecho, la ex ministra de Sanidad Elena Salgado puso en marcha en 2005 el llamado plan NAOS (Nutrición, Actividad física, Obesidad y Sedentarismo). El responsable de esta estrategia, el director de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, Félix Lobo, afirmó ayer que lo primero que hay que tener en cuenta es que estos planes "dan resultado a 10 o 12 años", por lo que todavía no se pueden esperar resultados. Sí ha habido, según Lobo, un repunte en el consumo de frutas y verduras -que había retrocedido en los noventa-, y una disminución del número de fumadores y de bebedores jóvenes.

La situación británica, aún peor que la española, ha hecho que Julien Le Grand, prestigioso economista de la London School que ha sido asesor en temas sanitarios del ex primer ministro Tony Blair, haga unas propuestas para mejorar la salud de sus conciudadanos. La primera, que los fumadores tengan que sacarse un carné como requisito previo para comprar tabaco; la segunda, que las empresas den una hora al día a quienes la dediquen a hacer ejercicio; la tercera, que se elimine la sal de los alimentos preparados: la cuarta, restringir la venta de alcohol y la quinta, que colegios y empresas subvencionen fruta en sus instalaciones. Unas propuestas que han causado controversia en su propio país. El profesor de Dirección de Sistemas Públicos de Salud, Ewan Ferley, de la Universidad de Holloway en Londres, las calificó de "muy autoritarias".

Lobo es más comedido. Con el carné para fumadores no está de acuerdo "porque es culpabilizar aún más" al adicto. En cambio, ve con buenos ojos la idea de subvencionar la fruta, y fomentar el ejercicio físico -"podría compensar a las empresas ceder una hora a cambio de tener trabajadores más sanos que se cogerían menos bajas"-.

Sobre la reducción de sal, Lobo cree que es un proceso que hay que hacer gradualmente para que la gente se acostumbre. "En España, el consumo es de 13 gramos al día, y el objetivo, según la Organización Mundial de la Salud, debería ser de 6", dice, para reducir la hipertensión y otras dolencias.

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