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Josu Jon Imaz, presidente del PNV y principal puente de diálogo con el Gobierno central para la lucha contra ETA y el futuro de Euskadi, anunció ayer por sorpresa que abandona la política y renuncia a seguir dirigiendo el partido. Su decisión sembró ayer el desconcierto en el seno del nacionalismo y llevó la preocupación al Gobierno y a los principales partidos políticos.
Josu Jon Imaz / SCIAMMARELLA
Hay momentos en la vida en los que las personas debemos enfrentarnos a decisiones complejas. Dar importancia a los proyectos en los que creemos o apostar por vincular esos proyectos a nuestra propia participación en los mismos. No quiero ocultar que en las últimas semanas he vivido esta disyuntiva. Y he tomado una opción.
La renuncia de un político "moderado" y "comprometido" con la paz, el consenso y el pluralismo despeja el camino para que el sector duro del PNV trate de llevar a cabo su proyecto soberanista, según temen la mayoría de los partidos y colectivos sociales que ayer opinaron sobre la marcha de Josu Jon Imaz.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó ayer penas de entre 10 y 15 años de prisión para 22 integrantes de Udalbiltza Kursaal, la asamblea de electos de la izquierda abertzale creada en febrero de 2001.
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