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Reportaje:

Los osos panda provocan un atasco

La comitiva que trasladó a los dos plantígrados atravesó el centro muy despacio

Álvaro Corcuera

Bingxing y Hua Zuiba ya están en Madrid. Tras 35 horas de viaje, los dos osos panda alquilados el pasado junio por el Gobierno chino al Zoo Aquarium de Madrid aterrizaron ayer a las 14.42 en el aeropuerto de Barajas. El Boeing 747 de carga que los transportaba se plantó frente al pabellón de Estado del aeródromo un cuarto de hora más tarde. Alrededor de 200 personas esperaban bajo el sol. En el ambiente se mezclaba la emoción por ver a unos animales casi únicos y la sensación de negocio y parafernalia montada alrededor.

A la media hora llegó el momento más esperado, el encuentro cara a cara con Bingxing. Un empleado del Zoo destapó la tela que cubría la jaula del macho, de siete años y 150 kilos. Decepcionó. Porque a Estrella de Hielo sólo se le vio el trasero. Tumbado e inerte, ni siquiera un trozo de bambú lo espabiló. Pero la ilusión se recobró cuando la hembra, Hua Zui

La primera visión de 'Estrella de Hielo' fue su trasero. No le espabiló ni un trozo de bambú

ba (Boca Coloreada) se dejó ver. Ocurrió cuando la introducían en un camión decorado para la ocasión. El animal miraba quieto y curioso por los barrotes. Tras ella, Bingxing, ya espabilado, se dio cuenta de la solemnidad e importancia del momento. Y también se asomó. Fue emocionante incluso.

El camión con los osos, junto con una limusina blanca convenientemente decorada con los logotipos del Zoo, partió del aeropuerto en dirección a la Casa de Campo. La comitiva fue escoltada por la Guardia Civil. Entraron al centro de Madrid por la avenida de América. Para ello utilizaron la autovía de Barcelona, la A-2. El camión, a baja velocidad, se situó en el carril central. A los lados, dos motoristas de la Guardia Civil. Detrás, la limusina, un todoterreno policial... y una importante retención. La llegada de Bingxing y Hua Zuiba llamó la atención de los conductores. Los osos se pasearon por la Castellana y la Gran Vía, donde los madrileños y los turistas observaron el despliegue de marketing.

Los panda llegaron al Zoo sobre las cinco de la tarde. Allí sorprendieron a los visitantes. "¡Son los osos!", gritaba una niña emocionada. Familias enteras observaban la escena. Pero no vieron a los panda. Los introdujeron en su pagoda, construida expresamente para ellos, y no será hasta dentro de unas tres semanas cuando desfilen los primeros visitantes. Será el colofón a un viaje que se inició en Chendu, en la provincia china de Sichuan, anteayer. Primero, por carretera hasta un aeropuerto local; luego, hasta Shanghai, y, finalmente, en vuelo directo en el 747, hasta Madrid. Siempre a una temperatura constante de 21 grados, los osos llegaron sanos y no necesitaron ser sedados. En el avión estuvieron vigilados por dos cuidadores chinos y un veterinario español.

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En el aeropuerto, los responsables del Zoo estaban emocionados. "Estamos exaltados y entusiasmados con volver a tener pandas", decía Enrique Sáez, biólogo del centro. Los dos osos son los primeros que hay en España desde 1996, cuando murió Chu-Lin, precisamente en el Zoo madrileño. Se trataba del primer oso nacido en cautividad en Europa. Con la llegada de Bingxing y Hua Zuiba se cubre su hueco y elevan a cinco los osos panda en todo el Viejo Continente. Otros dos en Viena y uno en Berlín completan este selecto grupo. Una exclusividad que se paga. Y muy cara. Tampoco se quiso decir ayer cuánto dinero, pero en 1972 el zoo de Washington cifraba en un millón de dólares anuales lo que tenían que transferir al régimen comunista por la cesión.

El gigante asiático, que tiene la enorme mayoría de pandas del mundo, no vende estos animales. Siempre los cede. Se estima que en el mundo hay 1.847. Y sólo 34 viven fuera de China. Desde los años setenta, la política del Gobierno chino es el alquiler. En el caso de Madrid, la cesión es para 10 años, según explicaba ayer una portavoz del Zoo. "No tengo ni idea de cuánto ha costado, pero lo paga el Zoo", afirmaba. Hermetismo económico. Porque tampoco se quiso explicar lo que se pagará por la manutención. Tampoco será barato, ya que los osos panda consumen alrededor de 30 kilos de bambú diarios cada uno. Se traerán de Cantabria, Cataluña, Portugal y Francia, además del que hay plantado en el propio Zoo. Los osos también se alimentarán a base de verduras, frutas y pienso de primates, aunque el bambú es el 99% de la dieta. Y, como cualquier otro animal, su premio será la caña de azúcar.

Desde ayer, Bingxing y Hua Zuiba combaten el jet lag y se acostumbran a su nuevo hogar.

<i>Bingxing (Estrella de Hielo)</i> mira desde su jaula minutos después de llegar al aeropuerto de Barajas tras 35 horas de viaje desde Chendu, China.
Bingxing (Estrella de Hielo) mira desde su jaula minutos después de llegar al aeropuerto de Barajas tras 35 horas de viaje desde Chendu, China.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Álvaro Corcuera
En EL PAÍS desde 2004. Hoy, jefe de sección de Deportes. Anteriormente en Última Hora, El País Semanal, Madrid y Cataluña. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull y Máster de Periodismo de la Escuela UAM / EL PAÍS, donde es profesor desde 2020. Dirigió 'The Resurrection Club', corto nominado al Premio Goya en 2017.

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