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"Estupenda e irrepetible"

Algunos acudieron a su casa, otros contaban cómo era desde el lugar donde recibieron la noticia de su muerte. Los amigos de Emma Penella cuentan cómo era:

- Gonzalo Suárez recuerda el tiempo que trabajó con Emma Penella y su marido, Emiliano Piedra, en su adaptación de La Regenta. "Era un matrimonio de una pasión increíble, parecían personajes de Dostoievski. Ambos tenían mucho temperamento, y todo con ellos ocurría siempre a las tres de la madrugada. Ella era, además, muy vitalista y con sentido del humor. Le tenía mucho cariño".

- Ángeles González-Sinde, presidenta de la Academia de Cine, apuntó que "Emma pertenecía a una estirpe de actrices estupenda e irrepetible". Recordó el momento en el que la conoció, cuando sólo era una niña: "Me cautivó la enorme energía que había en sus ojos, además de lo guapísima que era. Más tarde quedé impresionada por sus papeles, memorables e irrepetibles".

- El director de cine José Luis Borau confesó: "Siempre me quedaré con la espinita de no haber trabajado con ella", y recordó cómo ya "en los cincuenta era una actriz completa e insuperable. Cuando empezó en el cine, doblaban su voz porque no gustaba, no era fonogénica". Borau recordó que, para Juan Antonio Bardem, con quien trabajó en Cómicos en 1953, lo mejor era "esa voz astillada y muy dramática".

- Luis García Berlanga, que dirigió a la actriz en El verdugo, comentó que se sentía "muy apenado y triste" por la muerte de Penella, y añadió: "Era una gran actriz y una gran persona".

- El adiós de Radiopatio. La actriz Gemma Cuervo, que por la tarde viajaba en coche hasta Madrid para poder asistir hoy al entierro de Emma Penella, apenas encontraba la manera de contar cómo era su amiga y compañera. "Lo que más me impresiona es el gran esfuerzo que ha hecho para trabajar aun estando delicada. Hemos estado como tres niñas pequeñas llenas de ilusión". Por su parte, Mariví Bilbao, que viajaba a Madrid, dijo: "Todo el mundo habla de lo buena actriz que era, y claro que lo era, pero como persona era superior. Hacía cosas por los demás. Siempre enviaba cosas a un asilo que había cerca de su casa, pero no sólo arroz o aceite, sino champán, turrón... Creía que aparte de comer, hay que celebrar". Bilbao se acordó del bastón que la actriz llevaba al principio: "José Luis Moreno quería que trabajara en la serie y le puso una persona con una silla que iba detrás de ella para que descansara. Pronto dejó de necesitarlo. Ella revivió".

- El escritor Francisco Nieva, que trabajó con la actriz en 1979 en Los baños de Argel, de Cervantes, se refirió a ella como "un paradigma de actriz".

- El equipo de la serie de Tele 5 La que se avecina envió un comunicado en el que destacan que Penella era "una enamorada de la vida. Era como la abuela de la serie. Nunca perdió la ilusión y fue una persona muy generosa con todo el equipo". Beatriz Carvajal, compañera en la serie, resaltó que "era un pedazo de actriz, siempre con ganas de trabajar. Aunque últimamente estaba malita, no quería dejarlo".

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