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Juguetes fuera de control

Consumo admite que no puede controlar los 30.000 productos que salen al mercado al año

Carmen Morán Breña

Cada año entran al mercado 30.000 productos nuevos. "Tratar de tener un control absoluto sobre todos ellos sería imposible, por tanto, el hecho de que las empresas, como en este caso la juguetera Mattel, den las alertas pertinentes [sobre un producto defectuoso o peligroso] es importante, opina la directora general de Consumo del Ministerio de Sanidad, Ángeles Heras. Dice que "vivimos en una sociedad de riesgo", pero, a pesar de ello opina que el sistema de controles "está funcionando" y que, en este caso, "el riesgo es mínimo". "El producto [la pintura con plomo hallada en algunos juguetes] no es bueno para el niño, pero no es para crear una alarma social exagerada, estamos hablando de trazas. Para que fuera alarmante, tendrían que tragar cantidades industriales", añade en conversación telefónica.

"Por mucha prisa que nos demos, los juguetes ya se han vendido hace tiempo", dice la directora general de Consumo
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Para el Gobierno, la empresa Mattel ha actuado consecuentemente. Sin embargo, no descarta que haya sanciones, puesto que han dado la alerta sin haberlo comunicado antes a las autoridades de Consumo. Y, por ahora, ni la Administración catalana, donde tiene la sede Mattel, ni el Instituto Nacional de Consumo, han recibido la notificación por parte de la empresa. "Estoy convencida de que mañana mismo [o sea, hoy] lo harán; hay que tener en cuenta que estamos en un día festivo en toda Europa", señala Heras. De haber sanciones sería la comunidad autónoma la que tiene las competencias.

En todo caso, cuando la compañía juguetera ha alertado de que algunos de sus juguetes pueden ser potencialmente peligrosos ya han llegado a muchas casas. ¿No hay controles previos por parte del Gobierno? ¿No llegan demasiado tarde estas alertas? "Por mucha prisa que nos demos con los comunicados, los juguetes se vendieron ya hace tiempo. Y tengo que recordar que el único juguete sobre el que todavía no se ha alertado oficialmente es el coche Sarge. Sobre los demás afectados por la pintura se comunicó a principios de agosto y sobre los que tienen imanes inseguros [que el niño puede llevarse a la boca], en noviembre", explica Heras.

Pero, ¿al Gobierno le basta con que una empresa certifique que sus productos han pasado los controles precisos? "Cada año se ponen en marcha campañas nacionales y regionales de inspección, y los juguetes son de los más vigilados".

A pesar de ello, la directora general de Consumo reconoce que, aunque no se fían por completo de ninguna marca, las inspecciones se concentran sobre aquellos productos en los que se presume mayor riesgo, es decir, los de origen chino, por ejemplo. "Casi el 60% de las alertas que se emiten se relacionan con productos que provienen de los países asiáticos". A la hora de programar una inspección ¿con Mattel se tenía más confianza? "Posiblemente", confiesa.

Pero a su vez es consciente de que las grandes marcas occidentales "tienen una producción globalizada, quieren ahorrar y subcontratan una y otra vez hasta que el producto no puede admitirse en el mercado occidental porque no tiene la garantías exigidas", dice. "Las grandes multinacionales están deslocalizadas en el 99% de los casos, eso es un hecho". Entonces, ¿no sería lógico reconducir las inspecciones hacia los productos de esas grandes marcas? "Se hacen muchas inspecciones, pero la Administración, que sólo interviene con los productos que están ya en el mercado, no puede generar una alerta sin tener todos los datos confirmados", justifica Heras.

El Gobierno dice que el proceso que se sigue, aunque pueda parecer lento al consumidor, es el que está establecido por la UE. Cuando se detecta un producto defectuoso, bien porque lo indica la propia empresa o los inspectores de consumo, las comunidades ponen en marcha la red de alertas comunicándolo al Instituto Nacional de Consumo que a su vez está en contacto con un organismo similar en cada país europeo. A partir de ahí se procede a la retirada del mercado de dicho producto. España, dice Heras, está en un nivel medio entre los países que más alertas detectan. Alemania y Hungría son los que más.

Una niña china, ante un estante con juguetes de Polly Pocket en una tienda en Pekín.
Una niña china, ante un estante con juguetes de Polly Pocket en una tienda en Pekín.REUTERS
Ángeles Heras.
Ángeles Heras.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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