El T-Mobile no se rinde

El equipo ciclista T-Mobile sigue en el pelotón, según ha comunicado su director ejecutivo, el estadounidense Bob Stapleton, a algunos proveedores. La empresa telefónica, que hará pública hoy esta decisión, ha decidido mantener su vinculación con el deporte del pedal pese a lo tormentoso que resultó el pasado Tour para ella, ya que empezó mal y terminó peor.

Faltaban semanas para el inicio de la ronda francesa cuando las anomalías presentadas en un control de sangre por el ucraniano Sergei Honchar le dejaron fuera de los elegidos por el equipo para la carrera por etapas más importante del mundo. Su compañero Patrik Sinkewitz empezó el Tour, pero no pudo acabarlo al ser cazado en los Alpes y dar positivo por testosterona. La trampa del ciclista alemán, que, al igual que su equipo, había firmado en su día el código ético de la UCI contra el dopaje, indignó de manera sorprendente a los directivos de las televisiones públicas de su país, que dejaron de emitir el Tour a mitad de carrera.

Las excelentes audiencias de las cadenas privadas, que se hicieron cargo de la emisión y el empecinamiento del propietario del equipo han terminado por convencer a la empresa telefónica que le da nombre de que sigue siendo una buena inversión tener un equipo ciclista de élite.

Hombre clave en las negociaciones ha sido Stapleton, enamorado del ciclismo hasta las cejas, al que T-Mobile le debe, en gran medida, su implantación en Estados Unidos. El hecho de que el Gobierno alemán mantuviera su apoyo al ciclismo, compartiendo la organización de los Mundiales de 2007 en Stuttgart, también resultó decisivo para que T-Mobile, cuya máxima estrella fue el germano Jan Ullrich, apartado del Tour del año pasado tras verse implicado en la Operación Puerto contra el dopaje, decida cumplir su contrato y mantener su apoyo al ciclismo profesional.