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Reportaje:El fuego ataca las islas Canarias

Una visita fantasmal

Desilusión entre los vecinos de Tunte, que no pudieron ver a Zapatero

Javier Lafuente

"Mira, ahí está el presidente". Con el dedo, varios vecinos de Tunte señalaban a Agapito, un hombre de 74 años, que paseaba por el centro del pueblo con su mujer. "Que no, que es la vicepresidenta", decían. Eran las tres de la tarde y la esperanza de ver de cerca a José Luis Rodríguez Zapatero se había desvanecido. El humor era la mejor forma de combatir la frustración de no ver al presidente del Gobierno en una de las localidades afectadas por el incendio que ha devastado el suroeste canario.

Un par de horas antes, esta localidad de apenas 1.000 habitantes era un hervidero de gente. Un ir y venir de policía, ambulancias, bomberos. De la plaza del Ayuntamiento se retiró un escenario de las pasadas fiestas de San Bartolomé. "Hay que dejar paso a la comitiva", le gritaba un policía a otro. Una versión renovada de Bienvenido Mr. Marshall parecía estar a punto de rodarse.

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En un bar del pueblo, Juan no se creía que Zapatero fuese por allí: "Que no hombre, que no; vendrá en helicóptero, bajará, se hará la foto, y se irá. ¿Qué va a pasar por el pueblo? Estás chalado", le decía a su amigo, que agachaba la cabeza y decía en voz baja: "Si los periodistas dicen que va a venir, será por algo". La visita estaba prevista para las dos de la tarde, aunque se retrasó una hora más antes de suspenderse. La razón dada por la gente que acompañaba a Zapatero fue que "todo se retrasó y no había tiempo", porque el presidente tenía que regresar a Madrid.

Javier, un albañil de 30 años, valoraba así la cancelación de la visita: "Zapatero es como un espectro; si llega a venir iba a creer que era un héroe, que había acabado con los incendios: un fantasma. Y al final, que si, que no, pues ha pasado por aquí como tal, un fantasma".

Sin agua corriente

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Lo que más llamaba la atención en la isla era que el presidente fuera a visitar Tunte, una de las zonas afectadas por el incendio en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, pero no la que más. A tan sólo 15 kilómetros, en Fataga, los vecinos seguían ayer sin agua. En la plaza del pueblo, la comidilla era un posible paso de Zapatero por la zona. Más de uno se alteraba sólo de pensarlo: "Es para recibirle con una manguera de fuego. No ha hecho nadie nada por salvar esto en cinco días y ahora que está todo apagado visita las islas", gritaba enfurecido Humberto, un vecino.

Otros lo veían con buenos ojos: "Su deber es hacer este tipo de viajes. Claro que no va a solucionar ya nada, pero es el presidente y es quien tiene que apoyar a los ciudadanos en estos momentos, aunque sólo sea un gesto", comentaba María, de 70 años. "Ahora el que vendrá para aprovecharse será Rajoy, seguro", añadió.

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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