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Entre 10 días y tres meses para echarse atrás

"Los consumidores confunden el aprovechamiento por turnos de apartamentos con estos nuevos clubs de vacaciones con descuento", advierte Carlos Vogeler, presidente de la sección española de la Organización de Empresas de Tiempo Compartido de Europa, (OTE). "Nuestras empresas se rigen por la ley de 1998, que prohibió lo que era la multipropiedad, y ahora es el aprovechamiento por turnos", explica.

Esta ley, a la que remiten todas las organizaciones de consumidores consultadas, especifica que no se deben cobrar adelantos por adherirse a un sistema de aprovechamiento por turnos y que los compradores tienen dos periodos para desistir. El primero, de diez días, sin necesidad de alegar razón. El segundo, de tres meses, si comprueban que el contrato no incluye toda la información que especifica la ley. Ésta indica que el tipo de alojamiento a disfrutar debe venir perfectamente descrito, que las semanas de disfrute deben estar claramente definidas, así como la posibilidad de utilizar ese aprovechamiento por turnos en otros lugares de empresas asociadas.

"Hacemos hincapié", continúa Vogeler, "en que ésta es una forma de disfrutar de las vacaciones, no una inversión inmobiliaria. Es difícil de revender y se suele hacer a un precio más bajo que el de la compra". Y advierte contra las empresas de reventa, "que aprovechan la confusión de los que quieren salirse de estos clubs fraudulentos, y les sacan dinero sin tener posibilidad de vender".

Falta información

Vogeler cree que falta información. "Estas empresas están muy dispersas, es muy difícil de perseguir, el experto en fraude es muy avispado", apunta. "Nosotros estamos organizando jornadas de información en Canarias y la Costa del Sol, que es donde más se están dando estos casos, para que Ayuntamientos y autoridades de Consumo estén prevenidos", continua. Pero advierte: "En cuanto se detecte la menor irregularidad, lo mejor que puede hacer el consumidor es ir a la policía".

Las organizaciones y oficinas de ayuda al consumidor también son otra opción, pero una vez pasados los plazos de desestimiento, la única vía son los tribunales. "Lo más importante", indica un portavoz de Confederación estatal de Consumidores y Usuarios (CECU), es no firmar nada sin haberlo leído con cuidado. Desde la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) remiten una serie de sentencias recientes en los que los compradores han sido resarcidos por los tribunales, que han considerado no válidos los créditos concedidos. "Lo mejor es estar alerta y no dejarse engatusar por la promesa de regalos que a veces ni se entregan", apunta Damián Vázquez, abogado de Acama.

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