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Reportaje:CAMBIOS EN CULTURA

Molina dibuja su equipo

José Antonio Campos, actual director del Instituto Nacional de Artes Escénicas, será destituido y sustituido por Juan Carlos Marset. Es el primero de los cambios que realizará el nuevo ministro

El nuevo ministro de Cultura, César Antonio Molina, ya ha comenzado a formar su equipo. Hoy llevará al Consejo de Ministros la propuesta de destitución de José Antonio Campos Borrego, director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), que será previsiblemente sustituido por el poeta y actual delegado de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Marset. La decisión fue ayer cuestionada por parte del sector. "Campos me parece un hombre fundamental del último teatro español; su trabajo es impecable y modélico, las gentes del teatro sentimos que estaba al frente de la nave uno de los nuestros", lamentaba ayer el dramaturgo madrileño Juan Mayorga.

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Campos Borrego no es el único en caer del organigrama del ministerio. Julián Martínez, director general de Bellas Artes, sale de la institución y el subsecretario Antonio Hidalgo, el cerebro que ha gestionado la cultura española durante la legislatura de Carmen Calvo, lo hace también, pero en este caso por decisión propia. Quienes le conocen dicen que por una cuestión de "lealtad institucional". "Es un hombre que tiene en la cabeza todo el ministerio. Tiene una capacidad y una rapidez de reacción increíbles en la gestión", aseguran quienes le conocen. Su relevo se tratará en el Consejo de Ministros de la semana que viene.

"Pretendo hacer los cambios que más convengan e interpreten el espíritu de esta nueva etapa", dijo ayer César Antonio Molina tras la recepción que brindó a dos centenares de representantes de la cultura en la quinta planta del ministerio. "Lo voy a hacer con tranquilidad, con tiempo, y sin apresuramientos. Algún cambio habrá", avanzó sin decir nada. ¿Ha destituido al director del INAEM? "Yo no he destituido a nadie", respondió.

Campos (Tetuán, 1940), a punto de jubilarse, ya estaba con un pie fuera de la institución. Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, ingresó por oposición en el Cuerpo Superior de Administradores Civiles (antiguo Técnico de Administración Civil) y prestó servicios en departamentos provinciales y centrales del Ministerio de Información y Turismo.

Tras la creación del Ministerio de Cultura en 1977, ha desempeñado numerosas responsabilidades de gestión administrativa y artística. Ha sido, entre otros cargos, subdirector general de Música, y de Música y Danza. En 2003 fue nombrado director del teatro de la Zarzuela, cargo que ejerció hasta su nombramiento como director general del INAEM en mayo de 2004.

"No tiene sentido que la dirección del INAEM sea un puesto político, ¡qué error!", señaló ayer desde Venecia el director de teatro Luis Pascual. José Luis Gómez, al frente de La Abadía de Madrid, añadió: "Va a ser difícil encontrar un perfil igual". "Con su talento, cultura, capacidad y apertura", apostilló José María Flotats. Para el poeta y adaptador teatral Luis García Montero, la decisión de Molina es "absolutamente desatinada". "Alguna vez podríamos aspirar a que un Gobierno socialista se tomara en serio la cultura. Lo razonable es contar con técnicos de primera calidad como es Campos Borrego", dijo.

Sobre este aspecto incidió también Andrés Lima, de Animalario: "Tendrían que dejarle acabar lo que ha empezado, porque si no, nunca habrá manera de que nadie haga nada".

El director de teatro José Carlos Plaza, que ayer estrenaba la Fedra de Juan Mayorga en Mérida, dio un paso más: "Tengo toda mi esperanza puesta en que este país no se haya vuelto loco y no se prescinda de su trabajo". Campos, dice el crítico y experto teatral José Monleón, "es un hombre que a través de varios gobiernos y fuerzas políticas distintas, ha mantenido una actitud de diálogo y de trabajo, y con el que las gentes de teatro nos hemos entendido muy bien".

Campos estaba ayer presente en la recepción ministerial, donde su nombre sonaba en todos los corrillos. Pero no quiso pronunciarse sobre su relevo. Tampoco Julián Martínez, experto arqueólogo y "uno de los grandes conocedores del patrimonio de este país", hizo comentarios sobre el suyo, en este encuentro en el que César Antonio Molina solicitó ayuda a los representantes de la cultura y les entregó simbólicamente las llaves de su ministerio. "Los pilares fundamentales de esta casa sois vosotros. Sin ellos, el edificio se derrumbaría", dijo. Molina aseguró que llega al cargo con una firme voluntad de diálogo y de servicio público. "Puedo aseguraros que ilusión, imaginación, ideas, entusiasmo y empeño, como siempre, no me van a faltar".

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