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"Error catastrófico" y ataques de epilepsia

La firma Wolff Ollins es una de las más acreditadas del mundo en el terreno del diseño de marcas corporativas. Pero su trabajo con el logotipo de los Juegos de Londres 2012 ha generado una polémica monumental. El alcalde de Londres, Ken Livingstone, manifestó ayer que los diseñadores no deberían cobrar un solo penique por un "error catastrófico". Por contrato, Wolff Ollins ha cobrado 600.000 euros por el diseño del logo de Londres 2012.

Las críticas de Livingstone se hacen eco de la enorme contestación que ha encontrado el logotipo. Lo más sorprendente ha sido la reacción de una organización caritativa de apoyo a epilépticos. Afirman que han recibido 18 llamadas de personas que sufrieron ataques durante la visión del cortometraje de presentación del logo.

Los organizadores han admitido esos problemas, pero aseguran que no están provocados por el logo en sí mismo, sino por el cortometraje de presentación, concretamente por una escena en la que un deportista salta a la piscina desde un trampolín mientras su cuerpo va cambiando de colores a gran rapidez y el agua de la piscina se transforma en un tapiz multicolor que va cambiando también de colores durante seis segundos.

Según los expertos, los organizadores han cometido el error de no someter las filmaciones a un programa informático que detecta al instante si éstas pueden provocar problemas a enfermos epilépticos. Ese segmento de la piscina ha sido ya eliminado de las filminas de promoción de los Juegos Olímpicos.

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