Rubalcaba anuncia que De Juana "en ningún caso" se irá a casa al recibir el alta

El Gobierno tenía ayer prácticamente decidido devolver a Ignacio de Juana Chaos a la cárcel, una vez que éste se ha recuperado de las secuelas de su huelga de hambre y tiene extraoficialmente el alta hospitalaria, lo que deja sin sentido la prisión atenuada decretada para preservar su vida y ayudar a su recuperación. El anuncio es inminente y llevará al terrorista a la enfermería de la prisión donostiarra de Martutene o de algún otro centro penitenciario. El titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró anoche en Tele 5: "Le garantizo que en ningún caso De Juana va a ser trasladado a su domicilio".

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias aún no tenía oficialmente anoche el alta de De Juana, quien está ingresado desde el 1 de marzo en el hospital Donostia, adonde fue trasladado para terminar de recuperarse de las secuelas que le produjo una huelga de hambre tras su condena a tres años por amenazas. Dos médicos de Prisiones se reunieron ayer con el equipo que atiende al terrorista para analizar su estado de salud y su informe será determinante. Mientras, la Ertzaintza ha reforzado la vigilancia en el hospital.

El portavoz de Askatasuna, Juan María Olano, declaró anteayer, tras visitar a De Juana, que éste estaba "recuperado" y que los médicos "le han dado el alta definitiva". Si De Juana está realmente recuperado y han desaparecido los motivos de riesgo para su vida que determinaron su prisión atenuada, ¿qué sentido tiene mantener una situación penitenciaria decidida, precisamente, para que se recuperase plenamente?, se preguntan en Instituciones Penitenciarias. Éste es el motivo fundamental para que el Gobierno haya decidido no enviarlo a su casa y sí a una prisión, posiblemente Martutene.

Al menos hasta agosto

Su envío a Martutene - donde podrían visitarle habitualmente sus allegados- o a otra cárcel no es la única decisión a tomar. Habrá que decidir también si se le interna en la enfermería de la prisión o en una celda común. Si se estima que aún no está totalmente recuperado, se tomaría la primera opción. Si ya está en forma, la segunda. Aunque Martutene es el destino más probable, aún está en el aire a qué penal será enviado.

La situación podría mantenerse hasta agosto cuando, según el Reglamento Penitenciario, le corresponderá la revisión semestral de su situación carcelaria. El preso agotará su pena en agosto de 2008.

La otra opción era enviarlo a casa bajo vigilancia para que termine de recuperarse. El auto del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de marzo, el que avaló la prisión atenuada para De Juana, preveía la posibilidad de que el terrorista, una vez dado de alta, fuese llevado a su casa bajo vigilancia policial y con un dispositivo telemático de control; es decir, una pulsera que vigila cuando entra o sale de casa. Pero el etarra ya le ha dicho a sus allegados que, si le ponen la pulsera, se sentirá tratado "como un perro" y volverá a ponerse en huelga de hambre.

Ante esta situación, y más tras el anuncio de ruptura de la tregua de ETA, el destino de De Juana es la cárcel. Hasta hace unos días, el Gobierno parecía dispuesto a aceptar el chaparrón político, social y mediático que supondría ver al etarra en casa. Anoche, Rubalcaba garantizó en Tele 5 que "en ningún caso será trasladado a su domicilio". La decisión deberá visarla el juez de Vigilancia Penitenciaria.