CiU movilizará a todos sus líderes para combatir la abstención

Los dirigentes de Convergència i Unió (CiU) consideran que su peor enemigo con vistas a las municipales del día 27 es la abstención y que una alta participación beneficiaría sus aspiraciones de conseguir, entre otras, la alcaldía de Barcelona. Los dos líderes de la federación, Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida, destacaron ayer su total dedicación a la campaña electoral frente a un Partit dels Socialistes (PSC) que, criticaron, "esconde a sus líderes", en referencia al presidente de este partido, Pasqual Maragall, que sólo acudirá a actos esporádicos.

Mas achacó al actual Gobierno de la Generalitat y a la fórmula del tripartito de izquierdas la creciente abstención electoral, que ponen de manifiesto todas las encuestas, y al desapego de la opinión pública respecto a la clase política. "Los partidos de izquierda en Cataluña han conseguido generar una fatiga y un cansancio importante en la sociedad catalana", denunció.

Aunque los nacionalistas admiten no tener la receta para combatirla sí disponen, aseguran, de diferentes ingredientes para frenarla. Por ejemplo, la formulación de propuestas "sólidas y creíbles" y tener "principios morales". Así CiU se comprometió a respetar, en la mayoría de lo posible y teniendo en cuenta las "peculiaridades" de cada municipio, que gobierne la lista más votada el próximo día 27. "Ya nos comprometimos a este punto en las pasadas elecciones del 1 de noviembre y fuimos los únicos", recordó Artur Mas. "Somos los únicos que tenemos autoridad moral para decirlo", remachó.

Mas y Duran coincidieron en señalar que la consecución de la alcaldía de Barcelona será la máxima prioridad para CiU y, de esta manera, poder compensar "la falta de liderazgo" de José Montilla y su "escasa defensa" del autogobierno catalán. "El 27 de mayo está en juego un determinado modelo de país, en el que Barcelona ha de actuar de capital", zanjó.