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Bush advierte a los demócratas que las tropas sufrirán si bloquean los fondos para Irak

El presidente de EE UU amenaza con vetar cualquier intento de fijar una fecha de retirada

Antonio Caño

El presidente norteamericano, George Bush, advirtió ayer que si el Congreso bloquea los fondos para la guerra de Irak, como la mayoría demócrata ha amenazado con hacer, el Ejército se encontrará en pocas semanas considerablemente limitado para el combate y todavía más seriamente perjudicado en sus proyectos ordinarios de formación y de equipamiento, tanto en el exterior como dentro de Estados Unidos. Bush insistió en que hay que darle una oportunidad a su nueva estrategia en Irak y vino a acusar a los demócratas del fracaso que pueda producirse.

"Si retrasamos el envío de fondos, nuestras tropas van a sufrir y su capacidad de respuesta se va a ver afectada", declaró Bush en una imprevista conferencia de prensa en la que retrató en términos dramáticos para la seguridad nacional de Estados Unidos las posibles consecuencias de la posición del Congreso sobre Irak.

El presidente recordó que hace ya 57 días que solicitó al Congreso un presupuesto extraordinario cercano a los 100.000 millones de dólares (casi 75.000 millones de euros) para las guerras de Irak y Afganistán. Esa solicitud ha contado con la resistencia de ambas Cámaras: en la Cámara de Representantes se condicionó la entrega de los nuevos fondos a la aceptación de un plazo para concluir la retirada el 1 de septiembre de 2008; en el Senado, ese plazo se reducía al 31 de marzo próximo, aunque no se establecía como condición necesaria.

Bush amenazó la pasada semana con vetar cualquiera de las dos versiones de esa ley de fondos de guerra que le fuera presentada para su ratificación, y anunció que jamás aceptaría la imposición de una fecha precisa para la retirada. Ayer volvió a reiterarlo. Esto creaba una situación sin salida que, de hecho, impedía la entrega del dinero a los soldados y obligaba a una negociación entre la Casa Blanca y el Capitolio.

La crisis se agravó este lunes, cuando el jefe de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, irritado por la amenaza de veto del presidente, advirtió que si George Bush no se avenía a una negociación que incluyera alguna forma de fecha de retirada, los demócratas bloquearían indefinidamente los recursos para la guerra.

"Si el presidente veta la ley y persiste en rechazar cualquier cambio en Irak, trabajaré para que la legislación del senador Feingold [que propone el corte de casi todos los fondos] reciba un voto favorable en el Senado en el siguiente periodo de sesiones", manifestó Reid. Russ Feingold, uno de los más ardientes detractores de la guerra de Irak, ha presentado una ley que representa una forma drástica -y hasta ahora inverosímil- de ponerle fin. El Senado, actualmente de vacaciones de Semana Santa, vuelve al trabajo el próximo lunes; la Cámara, una semana más tarde.

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Bush contraatacó ayer pidiéndole al Congreso que suspenda su descanso y le envíe cuanto antes una versión de la ley de fondos extraordinarios. La Cámara y el Senado tienen, primero, que ponerse de acuerdo en una sola versión de esa legislación y enviarla después a la Casa Blanca, que tiene un plazo de 10 días para aprobarla o vetarla.

El presidente advirtió ayer que es necesario reducir esos tiempos al máximo porque el Ejército puede empezar a sufrir las consecuencias muy pronto. Según él, "si no se firma la ley antes del 15 de abril, el Ejército se empezará a ver obligado a reducir sus equipos y la calidad de vida de la Guardia Nacional y de las fuerzas de reserva". Si el bloqueo de los fondos se extendiese hasta mediados de mayo, de acuerdo con la versión de Bush, "los problemas crecerían notablemente, afectando ya al entrenamiento de fuerzas en activo".

Una versión dudosa

Esta versión es puesta en duda por los dirigentes demócratas y por numerosos expertos y analistas, que creen que el Pentágono tiene mecanismos presupuestarios suficientes para desviar dinero para la guerra sin que sufran sus programas en marcha y, mucho menos, los soldados en Irak. El presupuesto anual del Pentágono para el ejercicio de 2008 es superior a los 480.000 millones de dólares, 40.000 millones más que el del año anterior.

Bush ha gastado ya, además, más de 300.000 millones de dólares como cantidades extraordinarias para Irak y Afganistán, sin conseguir con ello conducir la guerra por una vía favorable. El presidente dijo ayer que ahora sí, que con este nuevo presupuesto y con el refuerzo de 21.000 soldados en Irak, "se puede tener éxito". Pidió, por ello, tiempo para que el nuevo jefe militar en Irak, general David Petraeus, complete el dispositivo. Bush informó de que ya están en Irak dos de las cinco nuevas brigadas previstas, pero que el despliegue no culminará hasta junio.

Parece demasiado tiempo para la paciencia, ya agotada, del Congreso y de la opinión pública. Seis de cada diez norteamericanos, según una encuesta de Associated Press, favorece el establecimiento de un calendario de retirada; siete de cada diez, si la retirada concluye en dos años.

El presidente Bush se dirige a la tribuna para hablar sobre Irak ayer en los jardines de la Casa Blanca.
El presidente Bush se dirige a la tribuna para hablar sobre Irak ayer en los jardines de la Casa Blanca.REUTERS

EL RECORTE DE FONDOS

Bush pide al Congreso que suspenda las vacaciones de

Semana Santa

Si no se firma

la ley de fondos antes

del 15 de abril, el Ejército se verá obligado

a reducir sus equipos

El presidente pidió

al Congreso hace 57 días un presupuesto extraordinario de casi 75.000 millones de euros

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