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Una isla dividida

El último muro de Europa se rompe

Chipre exige a Turquía replegar sus tropas para abrir un paso en la línea que divide Nicosia

Juan Carlos Sanz

La Línea Verde que parte en dos Chipre desde hace más de 40 años amaneció ayer con una herida en su coraza de cemento, sacos terreros y alambre de espino. Un tapiz de placas de aluminio vigilado por la policía ocupaba ya al alba el vacío dejado por el muro, demolido por sorpresa en plena noche. La República de Chipre, única reconocida por la UE y la ONU, tendió así la mano a la Administración turcochipriota, surgida de facto tras la invasión turca del norte de la isla en 1974, para que desde ambos sectores se pueda atravesar el corazón de la ciudadela veneciana de Nicosia.

Muchos habitantes de la capital chipriota se llevaron cascotes como recuerdo
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El Gobierno chipriota ha exigido al Gobierno de Turquía que retire antes a sus soldados de la zona tampón patrullada por cascos azules de Naciones Unidas. Un alto cargo de Ankara aseguró anoche que el gesto grecochipriota caía en el vacío, ya que las tropas turcas no se hallan desplegadas en esa zona.

La tapia de la calle de Ledra, en el centro histórico de Nicosia, no era como la puerta de Brandeburgo, en Berlín, pero a los turistas les gustaba fotografiarse ante el muro de la última capital dividida de Europa. Un soldado grecochipriota montaba siempre guardia en traje de campaña cerca de un café oportunamente llamado Check Point Charlie.

Decenas de habitantes de ambos lados de la Línea Verde se acercaron ayer hasta el lugar donde se alzaba el paredón de cinco metros de altura. La policía les mantuvo alejados, al declarar la calle de Ledra "zona de seguridad". Pero muchos de ellos se acercaron para llevarse cascotes y restos metálicos como recuerdo del muro desaparecido.

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Las primeras barricadas que se levantaron en Chipre para separar a las comunidades turca y griega se alzaron precisamente en esa emblemática arteria de Nicosia. Hoy es lo más parecido a una calle comercial del sur de Inglaterra que pueda encontrarse en el Mediterráneo oriental. Desde 1963, los establecimientos de Ledra languidecen, anclados en la estética británica de la década de los cincuenta.

"Es un gesto de buena voluntad por nuestra parte para contribuir a la apertura de la calle de Ledra en su totalidad", declaró a la televisión estatal el portavoz del Gobierno de Chipre, Cristodoulus Pashardes. "Ahora lo más importante es abrir un nuevo paso para comunicar las dos partes de la ciudad y revitalizar el centro histórico", precisó la alcaldesa grecochipriota de Nicosia, Elena Mavrou.

Desde el otro lado de la Línea Verde, Rasit Pertev, jefe de Gabinete del presidente turcochipriota, Mehmet Alí Talat, se mostraba también esperanzado: "El derribo del muro de Ledra tiene un alto valor simbólico. La dinámica creada por este gesto puede conducir a la apertura de un nuevo punto de paso en Nicosia".

El presidente de la República de Chipre, Tassos Papadopoulos, puntualizó desde Bruselas, donde asistía a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, el alcance de la decisión grecochipriota: "Ahora veremos si las tropas turcas se retiran, para saber si el paso puede ser abierto o no".

Los enfrentamientos intercomunales de los años sesenta marcaron una profunda división en Chipre, que culminó en la ruptura total tras la invasión militar turca. Ankara mantiene aún a 35.000 soldados desplegados en el norte de la isla.

Hasta 1990 no se retiraron los puestos de control militares del centro de la capital chipriota. Posteriormente, y también sin previo aviso, las autoridades turcochipriotas levantaron las restricciones a la circulación entre ambas zonas de la isla y permitieron la apertura de cinco pasos. El pasado mes de enero, los turcochipriotas demolieron una pasarela peatonal que había sido construida en el sector turco por los militares de Turquía, que ayer observaban discretamente a los operarios grecochipriotas que manejaban las excavadoras y los martillos neumáticos.

Naciones Unidas lleva trabajando más de una década en un programa de coordinación de los dos ayuntamientos existentes en Nicosia. Antes del ingreso de Chipre en la Unión Europea, en mayo de 2004, la ONU intentó reunificar la isla mediante un doble referéndum para crear un Estado confederal. Los turcochipriotas dieron un sí masivo a la propuesta del entonces secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, aunque fue finalmente rechazada por dos tercios de los grecochipriotas.

La caída de un emblemático tramo del muro en el centro de Nicosia es la primera aproximación seria al diálogo intercomunal desde entonces. Pero Turquía, inmersa en un complejo periodo de elecciones presidenciales y legislativas, difícilmente responderá ahora al desafío de Chipre.

Al fondo, las placas de aluminio que han sustituido al muro de cemento, sacos terreros y alambre de espino que dividía Nicosia en dos.
Al fondo, las placas de aluminio que han sustituido al muro de cemento, sacos terreros y alambre de espino que dividía Nicosia en dos.REUTERS

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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