Ocho niños y un adulto mueren en un incendio en el Bronx
El humilde barrio neoyorquino del Bronx, al norte de la isla de Manhattan, vivió la pasada madrugada una nueva tragedia a causa del fuego, calificada como la más grave desde 1990 en la ciudad de los rascacielos si se excluyen los atentados del 11-S de 2001. El incendio, declarado en una vivienda, se cobró la vida de ocho niños y un adulto. Una decena de personas resultaron heridas. El cuerpo de bomberos explicó que muchas de las víctimas murieron al tirarse por las ventanas.
La pasada noche fue muy fría en Nueva York. Las causas del siniestro se desconocen, aunque todo indica que tuvo su origen en un calentador o por un cortocircuito en las plantas más bajas del inmueble. La casa, de tres plantas y en la que vivían una veintena de personas, está situada en una zona de la ciudad en la que reside una importante comunidad de inmigrantes de origen africano.
El fuego, según las autoridades locales, se declaró a las 23.00 hora local neoyorquina (cinco de la madrugada en la España peninsular) y el edificio, en el que vivía una familia procedente de Malí, quedó destrozado. El fuego fue controlado a las dos horas. La casa, construida en 1901, contaba con dos alarmas antiincendios, pero ninguna funcionaba en el momento del siniestro, porque tenían las baterías gastadas.
Según relataban los testigos, los miembros de familia que vivía en el inmueble se vieron atrapados por el fuego y el humo. Una mujer optó por tirar a uno de los niños desde una de las ventanas en el segundo piso en un intento a la desesperada por salvarle. Entre los niños fallecidos se encontraban dos gemelos de siete meses. El resto tenían entre cuatro y nueve años de edad. El adulto fallecido es una mujer de unos 40 años de edad. Una decena de personas fueron hospitalizadas, cinco de ellas de gravedad.
