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Controversia política por el 'caso De Juana'

Mayor desvía las culpas por no sancionar a De Juana

El ex ministro acusa de cobardía al director de una cárcel

El eurodiputado del PP Jaime Mayor Oreja, ministro del Interior entre 1996 y 2000, compareció ayer ante los periodistas para justificar su política penitenciaria e intentar rebatir la información facilitada por el PSOE según la cual el Ejecutivo popular aprobó numerosas medidas a favor de presos etarras. Los beneficios penitenciarios concedidos por el PP a reclusos de ETA -terceros grados y acercamiento a cárceles próximas al País Vasco- se produjeron durante el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, en medio de diversos atentados mortales de la banda terrorista, y durante el año largo que duró la tregua.

Mayor Oreja aseguró ayer que las informaciones facilitadas por los socialistas respecto a su gestión en relación con ETA como ministro del Interior son producto "de la miseria moral del Gobierno y de su presidente".

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El ex ministro del Interior aseguró que los acercamientos de presos a la Península se hacían tras un tratamiento individualizado, salvo en el caso de 103 etarras que fueron acercados durante la tregua de la banda terrorista entre septiembre de 1998 y noviembre de 1999.

En esa etapa, el Gobierno del PP no se detuvo en el historial delictivo de los presos a los que acercaba. "Ahí no miramos quién era cada cual", declaró ayer Mayor Oreja.

En ese paquete de traslados indiscriminados se incluyeron a algunos de los más sanguinarios miembros de ETA, como Domingo Troitiño, que perpetró el atentado de Hipercor que causó 21 muertos y 45 heridos o Iñaki de Juana Chaos, que asesinó a 25 personas.

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Respecto a este recluso, al que el Gobierno socialista ha aplicado ahora prisión atenuada, Mayor Oreja se refirió al incidente ocurrido en la cárcel de Melilla cuando el etarra firmó un escrito en 1998 solicitando "una botella de champán francés, una tarta y un kilo de langostinos" para celebrar el asesinato de Tomás Caballero Pastor.

Por ese hecho, la administración penitenciaria que dirigía el Gobierno del PP no impuso ninguna sanción al recluso. El ex ministro del Interior señaló que cualquier sanción por ese comportamiento hubiese debido corresponder al director del centro penitenciario, "que no cumplió con su obligación", según Mayor Oreja.

El ex ministro, del que dependían los directores de la cárcel y a los que podía nombrar y destituir, opinó que si entonces no se sancionó a De Juana fue "por error, cobardía o dejación" del director de la prisión de Melilla.

El Ministerio del Interior conoció el incidente y lo filtró entonces a los medios de comunicación. Pero no ordenó ningún tipo de sanción para el recluso. Sólo unos meses después de aquel incidente, el departamento de Mayor Oreja incluyó a Iñaki de Juana Chaos dentro del paquete de los reclusos que iban a ser acercados a cárceles dentro de la Península.

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