Batasuna pide más excarcelaciones

Los portavoces de las diversas organizaciones de la izquierda abertzale que se felicitaron por la concesión de la prisión atenuada para el etarra Iñaki de Juana Chaos y que atribuyeron a la lucha social de sus simpatizantes y afines, coincidieron en reclamar al Gobierno, acto seguido y sin dejar tregua, un trato equivalente para los presos enfermos -según dicen, se trata de siete reclusos-, así como una reconsideración de la actual política penitenciaria. Todas las voces abertzales que hablaron ayer exigieron al Ejecutivo socialista que ponga fin a la dispersión y acceda al "reagrupamiento" del resto de presos etarras a prisiones próximas a sus lugares de residencia.

La excarcelación de De Juana ha puesto al colectivo de presos de la banda, que estuvo totalmente relegado durante el proceso en aras al protagonismo de la solución política, en primer plano de la actualidad. Batasuna ha aprovechado el éxito de la huelga de hambre que ha supuesto la excarcelación atenuada de De Juana, como la oportunidad de reclamar una nueva política penitenciaria y que se reconsideren entre otros temas pendientes, además de la dispersión, la situación de los presos que padecen enfermedades incurables.

Esta idea estuvo presente en todos los mensajes lanzados tanto por el dirigente de Batasuna Pernando Barrena como el secretario del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, y el responsable de Askatasuna, Juan María Olano. También lo recordó de una forma clara la compañera de Iñaki De Juana, Irati Aranzabal, después de haber relatado a la prensa los detalles y las incidencias del primer día que pasó su compañero tras ser excarcelado.

Dispositivo policial

Según Aranzabal, De Juana se empezó a alimentar con un caldo la misma tarde que llegó al hospital donostiarra tras recibir la visita de un médico y de que le hicieran análisis. Se encuentra ingresado en la habitación 425 de la cuarta planta, y tiene un discreto dispositivo policial que no impide las constantes visitas de familiares y amigos. Relató que su compañero "se emocionó" cuando la ambulancia entró en el Euskal Herria, porque llevaba 24 años fuera del País Vasco.

"Estoy contenta de tener a Iñaki en casa, pero no se termina aquí la historia", dijo la compañera de De Juana. "Hay siete presos que están gravemente enfermos y esta criminal política penitenciaria está haciendo que vayan muriéndose poco a poco, pero no lo vamos a permitir. Si están enfermos tienen que estar en casa y nunca los vamos a dejar solos", añadió.

Según Juan María Olano, no existe la mínima duda de que De Juana, una vez recuperada su salud, podrá hacer una vida "absolutamente normal", aunque tendrá algún tipo de control policial o judicial hasta que acabe la condena. El portavoz de Askatasuna añadió que "si De Juana está contento, el movimiento pro amnistía está feliz". Pero se mostró cauto a la hora de expresar esta alegría porque se trata de una "decisión complicada" para el Gobierno de Zapatero, y "no le vamos a dar el abrazo del oso, ni ningún argumento a la extrema derecha. Al contrario, vamos a animar a Zapatero para que desbloquee estas situaciones que son insostenibles e injustas".

Pernando Barrena también exigió la "libertad inmediata" de todos los presos con graves enfermedades, así como su reagrupamiento. No admitió que la decisión de excarcelar a Iñaki De Juana pudiera servir para reactivar el proceso roto por el atentado de Barajas al afirmar que, "por encima de circunstancias coyunturales", la viabilidad del proceso depende de que se pacte una agenda para llegar a un acuerdo de resolución.

[Gesto Por la Paz, el primer movimiento social que salió a la calle en Euskadi en contra de ETA, afirmó ayer que, aun entendiendo el dolor de los afectados que ven cómo sus verdugos salen de la cárcel cumplida la pensa impuesta, la decisión adoptada con De Juana está dentro de la legalidad].