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Los vuelos directos de Barcelona a Nueva York tienen una ocupación media del 80%

Las norteamericanas Delta y Continental Airlines aseguran que la ruta es rentable

Amanda Mars

Los aviones de las compañías aéreas Delta y Continental Airlines que vuelan durante todo el año de Barcelona a Estados Unidos tienen una ocupación media del 80% y el tirón de esta ruta ha llevado a la primera aerolínea, Delta, a incrementar el tamaño de las aeronaves dedicadas a este enlace. Este dato contrasta con la valoración de varias compañías que en los últimos días, al hilo del debate sobre el papel que debe desempeñar el aeropuerto de El Prat, han manifestado que la falta de clientela impide operar vuelos intercontinentales.

La batalla por el reparto de la nueva Terminal Sur (T-Sur) de El Prat ha avivado el debate sobre el futuro del aeropuerto y éste, a su vez, ha puesto sobre la mesa la cuestión de si Barcelona puede generar el flujo de pasajeros suficientes como para que los vuelos transoceánicos resulten rentables.

La compañía Delta vuela de Barcelona a Nueva York desde el año 1992, con cinco vuelos semanales en la temporada de invierno (de noviembre a marzo) y uno diario en verano (de abril a octubre). "Es una de las rutas más positivas que tenemos, la media de ocupación del avión supera ampliamente el 80%", señalan fuentes de la compañía. El éxito de la ruta, agregan, ha llevado a la compañía a comenzar a operar con un avión de mayor tamaño, que permita incrementar en 32 el número de plazas, hasta 246.

Cruceristas

Los principales usuarios de esta ruta son los turistas de cruceros, que viajan desde Estados Unidos para tomar un barco en el Puerto de Barcelona. El vuelo es rentable gracias a estos potenciales pasajeros -la llamada masa crítica, en jerga de mercado- que una compañía potente en el mercado estadounidense es capaz de aportar desde sus hubs (aeropuertos donde conectan sus vuelos de corto y largo radio) americanos.

Delta, que al igual que Continental pertenece a la alianza Sky Team, también vuela a Atlanta desde El Prat, pero sólo en verano, con una frecuencia diaria, lo que demuestra la estrecha vinculación de estas rutas con el turismo.

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Continental Airlines también consigue que su enlace Barcelona-Nueva York resulte "rentable" y haya alcanzado un nivel de ocupación del 80% el año pasado, por encima de las previsiones. Por el momento "no hay previsiones de modificar la capacidad en esta ruta", aunque en Madrid sí se ha puesto un vuelo adicional de mayo a octubre que reforzará la temporada estival con el mismo equipo que vuela a Barcelona, que es un boeing 757-200.

Las compañías de capital español carecen de esos grandes hubs en Estados Unidos, y en Barcelona se ven obligados a crearla partiendo de cero. Iberia, Air Europa y Lufthansa, por ejemplo, descartan vuelos directos intercontinentales desde Barcelona. La masa crítica de un aeropuerto está formada por la propia población cercana a la infraestructura y por todo aquel público ajeno al territorio pero que pasa por El Prat de tránsito (por ejemplo, un viajero que aterriza en Barcelona desde Valencia para tomar avión a Nueva York).

Así, El Prat necesita convertirse en un potente hub para que los vuelos intercontinentales resulten rentables. Se trata de un proyecto a largo plazo, de corredores de fondo.

"No sólo decepcionado, sino algo más"

José Montilla advirtió ayer al Gobierno central, y en especial a José Luis Rodríguez Zapatero, de que si no cumple sus compromisos sobre la participación de la Generalitat en la gestión del aeropuerto de El Prat y en la adjudicación de la Terminal Sur "estaré no sólo decepcionado, sino algo más". El presidente catalán hizo estas declaraciones ayer, tras reunirse con el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, con quien aparece en la foto adjunta.

El presidente catalán se esforzó en quitar hierro a las críticas que lanzaron todos los partidos catalanes, a excepción hecha del PSC, sobre la falta de concreción de Zapatero en sus promesas. El presidente del Gobierno no especificó si El Prat se convertiría en un hub intercontinental ni tampoco el calendario ni el papel de la Generalitat en su gestión. "Lo importante es que la inversión está en marcha", señaló.

Con el objetivo de despejar estas incógnitas, CiU ha pedido la comparecencia en el Congreso de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Ayer, también entró en el Parlament una propuesta de ley para aplazar la adjudicación de la T-Sur hasta que la Generalitat participe en la gestión de El Prat.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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