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Alianza hispano-italiana

Enel sostiene que decidió la compra del 10% de Endesa en una tarde y la ejecutó en media hora

Ni pactos empresariales, ni pactos políticos, ni estrategias extrañas para frenar a los alemanes de E.ON en España. El grupo italiano Enel, propiedad en un 30% del Estado italiano y flamante e inesperado propietario de un 9,9% de Endesa, explicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la decisión de entrar en el capital de la primera eléctrica española se adoptó en una reunión del consejo de administración en la tarde del 27 de febrero. Y añadió que la compra se ejecutó por el banco de inversión UBS "en escasos minutos". En concreto, "desde 18.26 pm hasta 18.55 pm". Limpio, rápido y claro. Aunque ni E.ON, ni Endesa, ni buena parte de los analistas comparten versión tan sencilla.

La compañía confirma que pretende alcanzar un porcentaje de Endesa del 24,9% si obtiene las autorizaciones
La firma transalpina asegura a la CNMV que no ha decidido su posición en la junta extraordinaria de Endesa
El grupo italiano niega cualquier acuerdo, convenio o concierto con otros accionistas
La CNE se prepara para tramitar tres expedientes en las próximas semanas
La italiana admite que el 16 de febrero se reunió con el titular de Industria y con el asesor económico de Zapatero
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Las explicaciones de Enel al regulador bursátil -que serán valoradas hoy por el organismo en un comunicado- están muy alejadas de las teorías sobre un hipotético pacto entre los Gobiernos de Romano Prodi y de José Luis Rodríguez Zapatero en la última cumbre celebrada en Ibiza. Las explicaciones se completan con el anuncio, descontado desde el mismo martes, de que la compañía italiana aspira a controlar el 24,9% de Endesa, aunque "por el momento Enel no ha suscrito ningún contrato de derivados, futuros, equity swap u otro similar que tenga como subyacente acciones de Endesa" Eso sí, aclara que no descarta hacerlo en el futuro.

El documento enviado a la CNMV reconoce también que el consejero delegado de Enel, Fulvio Conti, se entrevistó el 16 de febrero en Madrid con dos personas clave en la Administración española: el ministro de Industria, Joan Clos y el Director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, David Taguas.

Siempre según la versión de Enel, las entrevistas, a las que asistieron por parte italiana Fulvio Conti, su asistente Javier Anzola y el consejero delegado de Viesgo (propiedad de Enel desde enero de 2002), Miguel Antoñanzas, se ciñeron a la agenda prevista. Y en dicha agenda figuraban "asuntos relativos al posicionamiento de Enel en España y en particular, al crecimiento orgánico de Enel Viesgo generación y Electra de Viesgo Distribución, así como otros aspectos referentes al sector de la energía renovable, el proyecto de contadores electrónicos" y otros aspectos de carácter regulatorio.

El ministro de Industria reconoció ayer que tuvo lugar esa reunión , pero que fue "ordinaria" y negó tajantemente que se planteara la entrada de Enel. Fuentes del Palacio de la Moncloa dijeron que en la reunión con Taguas tampoco se trató de los planes de Enel.

Para completar el cuestionario que la CNMV envió a Enel en la mañana de ayer, la compañía italiana añade que "no ha adoptado ninguna decisión" sobre lo que hará en la junta de Endesa del 20 de marzo, donde se someterá a votación el levantamiento de los blindajes, condición indispensable para que E.ON mantenga su oferta. Y para que no queden dudas, remacha: "Ni Enel ni ninguno de sus directivos han mantenido relación verbal o escrita, ni han suscrito ningún acuerdo, convenio o concierto, por escrito o verbalmente, con ninguno de los accionistas de Endesa".

La respuesta de Enel, como era de prever, no deja resquicio aparente a los abogados de Endesa o de E.ON para lanzarse contra una compra que puede convertir la gran OPA alemana en papel mojado. Porque E.ON necesita el voto favorable del 50% del capital para levantar los blindajes en Endesa que limitan al 10% los derechos de voto en la sociedad. Y la simple abstención de Enel (aún suponiendo sólo un control del 10% de las acciones), más la cuña del 21,03% de Acciona, haría muy difícil alcanzar los porcentajes necesarios.

Pero que no haya resquicios aparentes para la diatriba legal no quiere decir que las espadas permanezcan en sus vainas. Tanto en Endesa como en E.ON se sopesan en estos momentos con mucho cuidado todas las declaraciones efectuadas en los últimos días en torno a la OPA. Muy especialmente, las realizadas por el ministro de Industria, Joan Clos, el pasado martes, cuando apostó por la "solución española" públicamente horas antes de que Enel confirmara la operación.

Con nuevos actores en el laberinto, es la hora de las solicitudes, las peticiones y las autorizaciones. Fuentes de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) explicaron ayer que el consejo se prepara para tramitar tres nuevos expedientes: el que debe autorizar (cuando lo solicite Enel) un aumento de participación en Endesa hasta el 25,9%; el que debe examinar las limitaciones legales a la entrada de una empresa extranjera con capital público en una compañía energética española y, finalmente, el que debe autorizar la participación, con plenos derechos en dos compañías eléctricas (Endesa y Viesgo en el caso de Enel). El proceso podría durar entre tres o cuatro semanas, según las fuentes consultadas. A las actuaciones de la CNE hay que añadir otro trámite: la autorización que el Gobierno debe conceder a una compañía extranjera con capital público para entrar en el sector energético con plenos derechos.

Mientras el proceso en torno al nuevo actor se pone en marcha, los protagonistas más veteranos en la pugna por Endesa no se mueven de sus posiciones. E.ON mantiene la OPA, destaca que su oferta "es la única disponible para todos los accionistas" y no descarta acciones legales si en algún momento se demostrara que hay algún tipo de concertación para obstaculizar su oferta. Acciona, por su parte, mantiene que quiere participar en la gestión de Endesa, niega cualquier relación con la iniciativa de Enel. La constructora cree que la apuesta de la compañía italiana a 39 euros confirma que su apuesta ha sido buena.

Fuentes del Gobierno mantienen que si el sector energético español está bajo la lupa de las compañías extranjeras fue porque el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, llamó a E.ON para enfrentarse a Gas Natural. En Endesa, oficialmente, no hay comentarios.

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