Las pistas sobre el asesinato de Politkóvskaya apuntan a Chechenia
El entorno de Kadírov, involucrado en la muerte de la periodista rusa
Las pistas del asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya apuntan hacia Chechenia y el entorno del nuevo presidente interino, Ramzán Kadírov, pero, en contra de los indicios, las autoridades rusas "presionan" para orientar las sospechas hacia Londres y hacia el magnate Borís Berezovski, exiliado allí. Así lo sostiene Viacheslav Ismáilov, miembro del equipo creado por el semanario Nóvaya Gazeta para esclarecer el asesinato.
"No sabemos si fue el mismo Kadírov quien ordenó el crimen, pero sí sabemos que él está hoy al corriente de quién lo hizo", señaló Ismáilov, un mayor retirado de 53 años, que salvó muchas vidas en Chechenia dedicándose al canje de prisioneros. Politkóvskaya, periodista rusa conocida por sus reportajes de denuncia, sobre todo en lo que se refiere a las violaciones de los derechos humanos en Chechenia, fue asesinada a tiros el 7 de octubre de 2006 en Moscú.
Esta semana, el líder de Rusia, Vladímir Putin, ha nombrado a Kadírov presidente en funciones de aquella república caucásica en sustitución de Alú Aljánov, un oficial de policía que siempre fue leal a Rusia y que ha dimitido tras sucumbir al hostigamiento de Kadírov y de sus grupos armados.
El nuevo líder de Chechenia, de 30 años, luchó contra Moscú durante la primera guerra con los independentistas (1994-1996) y se pasó después a los federales, junto con su padre, el dignatario islámico Ajmad Kadírov, muerto en un atentado en 2004. Los grupos de derechos humanos han atribuido secuestros y asesinatos a Ramzán y sus hombres y estas acusaciones fueron recogidas por Politkóvska-ya. En un artículo, la periodista sostenía, además, que Ramzán gestionaba el producto de sus extorsiones mafiosas a sus conciudadanos mediante una fundación creada en honor de su padre.
"Enemigos de Rusia"
Kadírov ha negado tener nada que ver con el asesinato de la periodista. Sin embargo, Ismáilov afirma que "por lo menos tres fuentes no vinculadas entre sí" apuntan hacia subordinados del líder checheno. "Los políticos, sin embargo, están imponiendo la versión de que el asesinato es atribuible a los enemigos de Rusia y, en concreto, a Borís Berezovski", señala Ismáilov. Al expediente criminal, explica, han sido incorporadas declaraciones contra Berezovski, presuntamente forzadas, y realizadas antes de la muerte de Politkóvskaya, afirma Ismáilov, sin querer dar más detalles por el secreto del sumario.
Ismáilov y un reducido grupo de periodistas de Nóvaya Gazeta colaboran con los fiscales que investigan la causa. Se trata de un equipo de élite formado por más de 100 funcionarios y dirigido por el fiscal de instrucción Piotr Garibián. "Los fiscales trabajan al máximo de su rendimiento y comprueban las diferentes versiones, porque los artículos de Politkóvskaya afectaban a los intereses de centenares de personas sobre todo en lo relativo a la corrupción en el Cáucaso", señala Dmitri Murátov, director de Nóvaya Gazeta. Murátov dice estar muy satisfecho del nivel profesional de los investigadores y de la relación de trabajo establecida con ellos. "El único motivo del crimen es la actividad profesional de Politkóvskaya, ya que los motivos domésticos y la autoría de grupos nazis han sido descartados", afirma. A la vista de la complacencia del Kremlin hacia Kadírov y la impunidad de la que goza, cabe preguntarse cuál será el destino del "competente trabajo" de los fiscales, si éste acaba llevando hacia el intocable Ramzán, que fue condecorado con la medalla de héroe de Rusia por Putin.
En sus investigaciones, Ismáilov corre riesgos graves y esta semana ha recibido protección, después de que su esposa detectara a unos sospechosos en la escalera. Politkóvskaya fue tiroteada en la escalera de su casa, pero el asesino no la visitaba por primera vez, ya que la cámara del portal lo captó "en dos ocasiones anteriores", dos días antes y cuatro días antes de la fecha fatal, según Ismáilov.
Ígor Chuválov, el asesor económico de Putin, ha calificado el asesinato de Politkóvskaya de "provocación" perpetrada por los enemigos del presidente. "Si tiene datos, que vaya a la fiscalía a declarar", afirma Murátov, "y si no los tiene, sus palabras pueden interpretarse como una orden para que los investigadores sigan una determinada pista", sentencia.
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