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El juez cita a Villalonga como imputado por el vaciamiento patrimonial de Sintel

El ex presidente de Telefónica se reunió en 1996 con un hijo del comprador, Mas Canosa

Santiago Pedraz, titular del juzgado número uno de la Audiencia Nacional, ha citado como imputado al ex presidente de Telefónica Juan Villalonga por la venta presuntamente delictiva de su filial Sintel. Tal paso es consecuencia de un escrito de la Fiscalía Anticorrupción que implicaba al amigo personal del ex presidente José María Aznar en un delito de insolvencia punible, por entender que deliberadamente contribuyó en 1998 desde su puesto en la privatizada compañía al vaciamiento patrimonial de Sintel, cuya quiebra arrojó a la calle a 2.000 empleados.

La citación para el presidente de Telefónica que pilotó su privatización bajo mandato del PP -partido al que debió el puesto- se ha establecido para el próximo día 15 de febrero. Le acompañará como imputado ante Pedraz José María Mas Millet, que era secretario general de Telefónica en 1998 cuando se produjo el agravamiento en la insolvencia por la venta de Sintel, dos años después de que formalizara su enajenación Cándido Velázquez-Gaztelu, presidente de Telefónica nombrado por el PSOE, y también imputado en esta causa.

En días posteriores, desfilarán ante el juez como imputados Javier Martínez de Lahidalga, Alfredo Flórez Plaza, Jesús Roa Martínez, Carlos Tejera Osuna, Serafín González Morcillo, Ramón Vecino Gay, Luis Chicharro Ortega y Dositeo Barreiro. Todos ellos conforman el grupo de nombres que aparecen detrás de las opacas sociedades que en 1998 compraron el 87% de las acciones de la firma Mastec International Inc, entonces ya propietaria única de Sintel, y filial de Mas Tec Inc, cabecera del grupo que lideraba el cubano Jorge Mas Canosa, ya fallecido, que prestó apoyo a la proyección de Aznar en Latinoamérica. Dos de sus hijos se hallan ya imputados en esta causa. Y precisamente la tesis del fiscal anticorrupción es que detrás de esta red de sociedades -en su mayoría ubicadas en las islas vírgenes británicas y utilizadas sólo para dar "opacidad" a los propietarios reales de Sintel- se encontraban los hijos de Mas Canosa y algunos de los citados inversores ahora citados a declarar.

La investigación ha acreditado cómo muchas de tales sociedades opacas que compraron a la propietaria de Sintel carecían de "disponibilidad dineraria suficiente" para afrontar los pagos a los que se comprometieron. Una de ellas, FG Newco, prestó 70 millones de pesetas a las demás sociedades para atender los pagos, solvencia que sorprende en una empresa que con un capital de apenas 500.000 pesetas debía abonar ya por sí 30 millones de pesetas para adquirir su bocado accionarial de Mas Tec International.

La implicación de Villalonga, entre otros hechos, viene de la reunión que sostuvo en 1996 con un hijo de Mas Canosa, Jorge Mas, donde abordaron la venta de Sintel. En esa reunión, Mas le explicó lo siguiente a Villalonga: "Telefónica se estaba beneficiando de salir de un problema laboral muy grande, y nosotros habíamos tomado el reto de ser Sintel con la ayuda de Telefónica porque sin ayuda de Telefónica, sin el cumplimiento total de su acuerdo de proveerle la cartera a Sintel porque dependía al 100% de Telefónica, Sintel jamás iba a ser viable. Nosotros vamos a cumplir con todo lo que tenemos que hacer en este contrato, pero Telefónica también tiene que cumplir". ¿Qué replicó Villalonga? Mas lo resumió así: "Él dijo, bueno, sí, veremos, nosotros tenemos las intenciones también de cumplir la venta".

Dos años después ambas firmas, con licencia de Villalonga, cambiaron radicalmente las condiciones de venta, al hacer fiador de la venta a Sintel, que debió abonar con sus fondos y contratos los impagos de Mas (sólo abonó 1.500 de los 4.900 millones de pesetas pactados).

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