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Los ciclistas piden la pérdida de puntos del carnet por adelantamiento temerario

El Ayuntamiento analiza las alegaciones presentadas a la ordenanza

Blanca Cia

La distancia mínima de adelantamiento a las bicicletas, el margen entre peatón y bicicleta cuando éstas circulan por las aceras y el aparcamiento son las tres cuestiones que centran las alegaciones presentadas por colectivos de usuarios de las bicicletas a la ordenanza propuesta por el Ayuntamiento de Barcelona. Una de las más peculiares es la retirada de puntos, concretamente cuatro, a los vehículos que adelanten a las bicicletas de forma temeraria.

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La opinión es compartida tanto por los usuarios de las bicicletas como por las entidades que les representan: es mejor circular por la calzada que por la acera. El problema es que las calzadas, aunque tengan carril bici, son inseguras y muchos conductores -tanto de coches como motocicletas-no respetan el metro de distancia que se debe guardar en cualquier adelantamiento, cuando no invaden directamente los carriles bici. Adelantar a un ciclista a menos de un metro de distancia es ponerle en peligro de caer por la turbulencia de aire que se genera. La ordenanza que ultima el Ayuntamiento señala que los vehículos motorizados deberán respetar la distancia "no inferior" a un metro. Tanto la asociación Amics de la Bici como Bicicleta Club de Cataluña -las dos entidades que agrupan a más usuarios- añaden en sus alegaciones que se sancione al conductor con la pérdida de cuatro puntos del carnet porque esos adelantamientos "ponen en peligro la vida del ciclista".

Las alegaciones entran en las cuestiones que levantan más polémica entre peatones, ciclistas y conductores en general. La bicicleta se ha convertido en el medio de transporte habitual de miles de personas y se calcula que en días laborables se hacen unos 40.000 trayectos en Barcelona y un total de 110.000 en el área metropolitana, de acuerdo con los últimos datos de la encuesta de movilidad metropolitana.

El proyecto de ordenanza limita a los ciclistas a circular por las aceras cuando éstas sean de más de cinco metros y queden tres reales de espacio libre "excepto cuando se produzca una situación de aglomeración". Y por "aglomeración" entiende que no sea posible circular en línea recta "más de cinco metros". En este punto también hay coincidencia entre los usuarios de la bici: prácticamente sólo de noche o en calles solitarias no se encuentra a nadie en cinco metros. Por eso, se propone modificar esa distancia del concepto aglomeración a un metro entre la bicicleta y el peatón siempre respetando la seguridad y preferencia del viandante. Y por eso se insiste en que la velocidad no puede superar los 10 kilómetros por hora.

Otro de los puntos más controvertidos de la ordenanza es el aparcamiento de las bicicletas y las sanciones y retirada de esos vehículos cuando estén mal estacionados. En la ciudad hay unos 7.000 puntos de estacionamiento de bicicletas, un número que resulta insuficiente si se compara con los 40.000 desplazamientos diarios y con el problema añadido de que son muy pocos los aparcamientos subterráneos que reservan espacio a las bicis. La cuestión es que la ordenanza en discusión prohíbe atarlas a semáforos, postes, bancos, papeleras y árboles. El sector de la bici considera que mientras no haya suficientes plazas de aparcamiento en la calle se debe dejar atar las bicis en postes y semáforos siempre que no se invada la carga y descarga o se dificulte el paso de los peatones. En este sentido, Amics de la Bici reitera la propuesta de situar plataformas en la calzada, una por cruce, para que los aparcamientos no invadan más espacio en las aceras. Tal como se hizo en la prueba piloto en Rambla de Catalunya con Rosselló.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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