El castillo de la última esperanza
Sesenta inmigrantes indocumentados, procedentes en su mayoría de Senegal, sobreviven desde hace un mes gracias a la ayuda de los habitantes de La Rábita, una pedanía en la costa de Granada. Quieren trabajar, y los vecinos, emplearlos, pero la ley no lo permite. Unos 40 se han refugiado en el castillo de la localidad -que hasta hace un año ha sido utilizado por la Guardia Civil-, el resto se ha instalado en tiendas de campaña junto al campo de fútbol.