La UE exige la regeneración de acuíferos del Júcar y el Vinalopó

La subvención europea de 120 millones de euros para el trasvase Júcar-Vinalopó está condicionada al cumplimiento de nueve medidas que el Gobierno socialista ya ha aceptado durante la tramitación del proyecto, pendiente sólo del visto bueno final de la Comisión Europea. El Ejecutivo comunitario exige la recuperación de los acuíferos del Vinalopó, pero también la de los de la Mancha Oriental, cuya sobreexplotación merma los caudales del Júcar. Bruselas pretende que el equilibrio de los acuíferos se alcance en 2012, para lo cual el Gobierno elabora un programa de limitación y de cierre de extracciones.

El ahorro mediante modernización de regadíos es otra de las exigencias de la Comisión, así como el control y depuración de vertidos, pendientes de nuevas infraestructuras de saneamiento. La garantía de un caudal ecológico para el Júcar, condición previa a cualquier trasvase, y las aportaciones suficiente para L'Albufera ya formaban parte de las medidas impuestas al anterior proyecto de transferencia al Vinalopó. Un plan de energías renovables para compensar el consumo de electricidad del trasvase y un grupo de seguimiento completan las condiciones de Bruselas, que espera propuestas concretas del Gobierno antes de junio de 2007. Xúquer Viu consideró estas condiciones un "éxito" de la movilización contra el anterior trazado.