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El enfrentamiento entre Aguirre y Gallardón

Las estaciones más deseadas

Los 26.000 vecinos de la Alameda de Osuna, en el distrito de Barajas, llevaban más de dos décadas esperando que el metro llegue hasta esta barriada del noreste de la ciudad. La parada más próxima estaba a 2,6 kilómetros y el barrio quedaba aislado del resto de Madrid por numerosas vías rápidas: la A-2 (carretera de Barcelona), la M-40, la avenida de Logroño, los accesos al aeropuerto... Una zona residencial aislada, adyacente a la ciudad.

La Alameda es un barrio que, además, llevaba mucho tiempo dividido -partido en dos literalmente- por las vías de un tren que nunca pasa: el que hace décadas llevaba el queroseno a las instalaciones aeroportuarias de Barajas. El tren desapareció, pero no así las vías férreas, lo que causó que los vecinos las usaran para dar largos paseos por ellas mientras añoraban la llegada del ansiado metro. Ahora, el Ayuntamiento quiere recuperar esos terrenos para hacer un gran parque.

Fue en 1998 cuando el entonces consejero de Transportes del Gobierno regional de Alberto Ruiz-Gallardón, Luis Eduardo Cortés, prometió que el metro llegaría a la Alameda en la siguiente legislatura. Las presiones vecinales eran enormes. Cortés había llevado el metro al aeropuerto y al pueblo de Barajas, pero pasaba por debajo -sin parada- de la Alameda. La indignación creció.

Lo que ocurrió es que Alberto Ruiz-Gallardón, que había prometido el metro para el barrio -y que había hecho ya 114 kilómetros en ocho años-, no repitió como presidente. El PP le sustituyó por Esperanza Aguirre. Así que Cortés tampoco repitió en el puesto de máximo responsable de Transportes y fue cambiado por Francisco Granados en 2003, que sí comenzó las obras.

Alegría vecinal

A Granados le sustituyó, a su vez, María Dolores de Cospedal, que tampoco acabó la legislatura. El PP la eligió para ser candidata de este partido a la Presidencia de Castilla-La Mancha. A De Cospedal la siguió en el cargo Elvira Rodríguez. Ella inauguró ayer, por fin, acompañada de una polémica política ajena a la cuestión, las estaciones. La alegría vecinal era enorme.

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Las obras han durado dos años y son las primeras estaciones de metro que inaugura Aguirre en esta legislatura. La presidenta ha prometido otros 90 kilómetros de vías de metro antes de las elecciones de mayo de 2007.

El diputado socialista José Quintana dijo ayer, tras calificar de "nuevo acto propagandístico" la inauguración, que era "una lástima que las reivindicaciones vecinales no hayan sido tenidas en cuenta a la hora de ampliar la línea 5". "Los vecinos van a ver cómo llega el metro, pero se van a ver obligados a saturar aún más la línea". Quintana critica que ésta no enlace con la cercana línea 8. "Esta obra no resuelve completamente los problemas de los vecinos", opinó el diputado.

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