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Reportaje:La emigración en la UE

Operación retorno en Polonia

Wroclaw trata de robar a Reino Unido los trabajadores emigrados

El alcalde de Wroclaw se ha puesto manos a la obra. Harto de ver cómo decenas de miles de sus ciudadanos hacían las maletas y se subían a los aviones de bajo coste que vuelan a Reino Unido en busca de mejores salarios, Rafal Dutkiewicz se plantó en Londres y les dijo "¡volved!". Desde que ese país abrió sus fronteras en 2004, tras la ampliación de la UE, han desembarcado 600.000 polacos (el 40% entre 25 y 34 años), según el Ministerio de Interior británico.

"No estoy en contra de la movilidad de trabajadores en Europa y no tengo nada en contra de Londres, pero tenemos que hacer que los polacos crean en el futuro de su país. Tenemos que tener un debate nacional sobre esta cuestión", sostiene Dutkiewicz en el Ayuntamiento de la que fuera ciudad alemana hasta 1945.

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En Londres, la comunidad polaca tiene sus periódicos, emisoras de radio y páginas de Internet, y ahí es donde el alcalde de Wroclaw decidió actuar. A través de esos canales, de su propia web (www.terazwroclaw.pl) y de conciertos multitudinarios, las empresas polacas anuncian sus ofertas de empleo y Dutkiewicz promociona su ciudad universitaria, que además está en camino de convertirse en un importante centro tecnológico. Empresas como Philips, Fagor, Volvo o HP se han instalado allí y se prevé que creen hasta 100.000 puestos de trabajo. Siemens ha contratado a 500 polacos que vivían en Londres para trabajar en su país.

El regidor dice que hace cuatro años era muy fácil reclutar trabajadores, pero que ahora a las ofertas apenas se presentan dos o tres candidatos y no siempre aptos. El problema es que Dutkiewicz lucha contra unos molinos llamados diferencia salarial. Eso dicen Krzysztof Prynda (36 años) y Krzysztof Zaborowski (46), dos albañiles que esperan con grandes maletas ante un mostrador de facturación del aeropuerto de Wroclaw. No hablan una palabra de inglés, pero han decidido probar suerte en Dublín, donde una empresa les ha contratado por Internet. Mandaron sus currículos a Reino Unido, Irlanda y Noruega y al final sonó la flauta en Dublín, donde según unos amigos que trabajan allí, ganarán cinco veces más.

No es fácil volver a un país en el que a pesar de que faltan trabajadores en algunos sectores registra una tasa de paro del 15%. El Gobierno polaco estudia la posibilidad de copiar la receta aplicada por sus vecinos: importar trabajadores extranjeros.

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