Gràcia abre al público el refugio antiaéreo de la plaza del Diamant

El refugio antiaéreo de la plaza del Diamant, en el distrito de Gràcia de Barcelona, está desde ayer abierto al público. Familias y escolares podrán bajar a 12 metros de profundidad y recorrer los 250 metros de galerías y escaleras del húmedo espacio. El refugio, construido por vecinos del barrio para proteger a la población de los bombardeos durante la Guerra Civil, es uno de los mejor conservados de Barcelona.

Entre 1936 y 1939 se construyeron en Barcelona más de 1.400 refugios. La llamada sociedad civil -asociaciones, entidades vecinales, comisiones de fiesta mayor- cargó con buena parte del esfuerzo. El objetivo: limitar los efectos sobre la retaguardia de los ataques aéreos alemanes e italianos. La victoria franquista obligó a tapiar la mayoría de los refugios, que quedaron en el olvido.

Hace unos años, la historiadora Pilar Frutos alertó al consistorio de la existencia del refugio de la plaza del Diamant. Pero la zona estaba afectada por el proyecto de construcción de un aparcamiento subterráneo. Pese a la presión de varios colectivos, el distrito de Gràcia hizo caso omiso. Hasta 1992, cuando la construcción de una instalación eléctrica puso al descubierto una de las dos entradas originales.

Con lavabos y enfermería

El concejal de Gràcia, Ricard Martínez, explicó ayer que el refugio se encontró en muy buen estado: "La elevada humedad ha ayudado a su mantenimiento". Con capacidad para acoger a unas 200 personas, consta con una serie de pasillos que se extienden por todo el subsuelo de la plaza, lavabo y una pequeña enfermería.

El de la plaza del Diamant es el segundo refugio que se adecua y se abre a los visitantes en Barcelona, tras el de Poble Sec. Martínez anunció la intención de "reabrir el suficiente número como para que cada barrio tenga una pieza de su historia".

La reforma del refugio ha costado 259.000 euros. Hasta diciembre, el distrito de Gràcia organizará una serie de visitas concertadas para escuelas y personas que, a título individual, quieran rememorar el pasado de la ciudad. "Estar ahí abajo permite ponerse en la piel de aquellas personas", indicó la concejal de Derechos Civiles, Pilar Vallugera. Tras estas primeras visitas de prueba -que empezaron ayer con un grupo de 20 personas del barrio-, a partir de 2007 se elaborará un material pedagógico y se organizarán actos y jornadas en torno al refugio.