Necrológica:

Robert Richenburg, pintor expresionista abstracto

Formó parte del Artist's Club y de la prestigiosa Escuela de Nueva York

Él fue uno de los pocos integrantes de aquella corriente que participó activamente en la II Guerra Mundial y la experiencia marcó de forma clara toda su producción artística posterior.

Antes de partir como especialista en explosivos y servir en Francia e Inglaterra, Richenburg había estudiado en Boston, Washington y en la Art Students League de Nueva York. Además, en el año 1941 se encerró en las inabarcables galerías del Metropolitan Art Museum y se dedicó a estudiar a todos los clásicos: Goya, Renoir, Cezanne, El Greco...

Tras regresar del frente, volvió inmediatamente a sus es...

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Él fue uno de los pocos integrantes de aquella corriente que participó activamente en la II Guerra Mundial y la experiencia marcó de forma clara toda su producción artística posterior.

Antes de partir como especialista en explosivos y servir en Francia e Inglaterra, Richenburg había estudiado en Boston, Washington y en la Art Students League de Nueva York. Además, en el año 1941 se encerró en las inabarcables galerías del Metropolitan Art Museum y se dedicó a estudiar a todos los clásicos: Goya, Renoir, Cezanne, El Greco...

Tras regresar del frente, volvió inmediatamente a sus estudios artísticos y tomó lecciones con Hasn Hoffman y Amedee Ozenfat. En 1949 entra a formar parte del ya legendario The Artist's Club, uno de los puntos de encuentro del grupo formado por Joan Mitchell, Robert Motherwell y Barnett Newman, entre otros. En 1951, Leo Castelli le dio su gran oportunidad al invitarle a la ya histórica exposición The 9th street show, con la que se sentaron oficialmente las bases de la Escuela de Nueva York.

En los años cincuenta y sesenta su nombre fue uno de los más repetidos junto al de Jackson Pollock y William de Kooning, entre otros, por haber revolucionado el mundo del arte con un estilo, el expresionismo abstracto, que cambiaría completamente la percepción del arte en la segunda mitad del siglo XX.

En 1950 trabajó en la primera de las múltiples series que realizó como respuesta a la guerra, donde la innovación en el estilo fue clave para sentar las bases de la nueva corriente artística que los pintores neoyorquinos elaboraron a partir de su propia reinterpretación del surrealismo.

Pocos años después llegó a su célebre serie Dark Paintings, donde ahogó los colores bajo tonos negros con los que trató de exponer la inhumanidad de la guerra y que fueron recibidos con el aplauso de la crítica.

También fue conocido por ser un excelente profesor que impartió clases en el Pratt Institute hasta que sus técnicas, dirigidas a estimular la creatividad de los alumnos, se encontraron frontalmente con las normas de aquella institución, de la que fue obligado a dimitir en 1964. Fue entonces cuando decidió irse de Nueva York y mudarse a Ithaca, en el norte del Estado, y comenzar a impartir clases en la Cornell University.

Ausentarse de forma tan radical de la escena neoyorquina le perjudicó en lo profesional, puesto que en el mundo del arte tan importante es tener talento como poseer dotes de relaciones públicas y estar presente físicamente.

En los años ochenta su carrera fue relanzada a través de diversas exposiciones promovidas por Bonnie Grad, profesor de la Clark University de Worcester. Fue durante aquella década cuando se mudó a vivir a East Hampton, donde la muerte le encontró, como vivió siempre, entre pinceles.

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