_
_
_
_
_
Reportaje:

La formación no tiene límites

La fundación San Telmo cumple 25 años como escuela de negocios para empresarios y ejecutivos de Andalucía

Nunca es tarde para aprender algo nuevo. Incluso, cuando se ha llegado a lo más alto, hay mucho por saber que puede ayudar al rendimiento. Es algo que demuestran año tras año las escuelas de negocios. En España, a principios de la democracia, apenas existían ocho de ellas y la mayoría estaban repartidas entre Madrid y Barcelona. En Andalucía no había ninguna, hasta que en 1981 Gerarda de Orléans y Borbón decidió crear en Sevilla el Instituto de la Fundación San Telmo, dirigido a la formación de ejecutivos, políticos y altos cargos cuyas empresas o instituciones estuvieran asentadas en el sur.

"Muchas personas le decían que era una utopía, pero Gerarda, con la ayuda del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) de Barcelona y la idea tomada del modelo que había conocido en Harvard -EE UU-, creó el centro de formación y perfeccionamiento para la alta dirección de empresas e instituciones públicas y privadas en 1981", recuerda Antonio García de Castro, director del Instituto.

Actualmente, esta escuela tiene sedes en Sevilla, Málaga y Mérida (Badajoz). Desde que se fundó, la situación del centro académico ha cambiado tanto como el contexto socioeconómico de Andalucía y el sur del país. "Al principio, el programa se adaptó a la realidad empresarial andaluza: el interés se centraba, sobre todo, en la grandeza de la empresa y en los negocios más rentables", explica García de Castro. "A lo largo de los primeros años, las nuevas tecnologías apenas ocupaban un pequeño porcentaje de la formación, hoy tienen una gran presencia. Igual ocurrió con la internacionalización. En aquel momento, el 97% de las empresas vendían sólo en su provincia: las necesidades eran comerciales, para aumentar el tamaño y las ventas de la empresa", añade.

Poco a poco, y gracias, en parte, a este tipo de formación, muchas empresas andaluzas lograron expandirse y vender sus productos en el resto de provincias del país e, incluso, en el extranjero. "Hoy tenemos compañías que son líderes en su sector a nivel internacional", recordó el pasado viernes Manuel Chaves, en la inauguración de la Cuarta Asamblea de antiguos alumnos que la Fundación celebró el pasado fin de semana en Sevilla.

Por San Telmo han pasado casi 5.000 alumnos, entre ellos, los presidentes y altos ejecutivos de importantes empresas andaluzas como Abengoa, Ibarra o Mercamueble y políticos como el ex ministro Manuel Pimentel o la consejera Evangelina Navarro. "Fue una apuesta importante la que se hizo cuando se celebró la primera convocatoria de este máster tan importante, pues no había anteriormente ninguna escuela de negocios en Sevilla. Recuerdo que venían los profesores de Barcelona. Fue un verdadero éxito y todos lo que tuvimos la suerte de asistir en ese primer año hemos notado los resultados. Pasar por una escuela de negocios como ésta aporta una experiencia que no se olvida en toda la vida profesional", afirma Jaime Ibarra, cuya empresa es una de las más importantes del sector agroalimentario del país.

Precisamente, uno de los retos que se plantea la Fundación con vistas al futuro es el apoyo a las compañías relacionadas con la cadena agroalimentaria. "En este sentido, somos una institución de referencia en España, Marruecos y Portugal. Ahora queremos saltar a otros países europeos y a EE UU", explica el director.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Además de esta apuesta, la Fundación quiere ayudar a Latinoamérica y África a crear centros como éste, así como incentivar iniciativas de colaboración entre San Telmo y otras escuelas.

Por otro lado, se acaba de crear la Cátedra Antonio Valero y Vicente para la formación de profesores y la mejora de los instrumentos académicos. "Estamos especializados en el sector agroalimentario, empresa familiar e instituciones sociales. Utilizamos el método del caso: no sólo se asiste a una clase, sino que se utilizan casos reales de empresa, como se hace en Harvard, para que los alumnos propongan y discutan soluciones a determinadas situaciones", explica Miguel Ángel Llanos, docente de este centro.

Además, la Fundación promueve el lanzamiento de nuevas empresas tecnológicas a través del departamento Creara. Desde 1999, este servicio ha ayudado a la creación de 101 empresas tecnológicas e innovadoras. "La mentalidad del empresario andaluz es otra, y se nota en cada clase", sentencia el profesor Llanos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_