La pérdida de arena preocupa a la hostelería malagueña

Cada invierno, los temporales de levante que azotan la Costa del Sol se llevan consigo la arena y hacen desaparecer grandes porciones de playa en numerosos municipios de la Costa del Sol. Y cada año, poco antes de la Semana Santa se repite el ritual de la regeneración, en el que la mano del hombre proporciona el material que la naturaleza se niega a aportar.

En la campaña de 2006, -un año considerado bueno, porque apenas ha habido tormentas con fuerte oleaje- la Demarcación de Costas ha tenido que colocar en 44 playas un total de 691.000 metros cúbicos de arena, procedente en su mayoría de los cauces de ríos y arroyos y del drenaje de los puertos del litoral malagueño. El presupuesto para aportación de arenas para el bienio 2007-2009 en Málaga asciende a siete millones de euros.

El sector hotelero de la Costa del Sol comienza a tener la regeneración de las playas entre las principales preocupaciones de su agenda. Miguel Gómez, presidente del Centro de Iniciativas Turísticas de Marbella señala que "la valoración de las playas ha bajado considerablemente por el desgaste de los arenales". Este año en la joya turística malagueña no ha visto sus playas regeneradas hasta bien avanzado el mes de agosto, lo que ha hecho que varios hoteles hayan solicitado permiso al Ayuntamiento para actuar en solitario en su trozo de playa.

Sin embargo, según Gómez, la regeneración de las playas con arena drenada de los puertos no es la panacea. "No se puede hacer siempre drenajes porque se remueven lodos y se resiente la calidad de las playas", señala el representante turístico. Aunque reconoce que la decisión última corresponde a los técnicos, Gómez aboga por construir arrecifes sumergidos para retener la arena y de paso proteger la vida marina. "Hay que buscar soluciones porque la naturaleza no hay quien la pare". En Málaga capital, donde la calidad de las arenas es bastante deficiente, el Ayuntamiento pidió permiso, sin éxito, para traer arenas desde Marruecos.