Resultados electorales en México
Escribo en relación a la columna titulada México ¿tercer golpe a la democracia?, escrita por Enrique Krauze y que ha sido publicada en su prestigiado periódico recientemente.
El motivo de la presente es para manifestar mi curiosidad respecto a la selección de hechos históricos a la que acude el señor Krauze para justificar su argumento en contra de la figura del candidato perdedor en las recientes elecciones mexicanas.
Me llama particularmente la atención que compare las recientes elecciones mexicanas con la campaña electoral en que participaron los señores Aznar y Rodríguez Zapatero. No sólo como mexicano, sino como nieto de españoles, me sorprende que haya omitido una analogía con las elecciones españolas de 1936, en que la coalición de izquierda ganó las elecciones por un margen de poco más de 150.000 votos, lo que entonces representó alrededor del 1,5% del total de votos emitidos.
Francamente, no alcanzo a comprender cómo es posible que a un ingeniero, como lo es el señor Krauze, se le haya escapado que aquel estrecho margen que desembocó en una tragedia histórica como lo fue la Guerra Civil, haya sido en realidad casi el triple de grande que el margen de votos que separa a ganadores y perdedores en el caso de México.
Me pregunto si el señor Krauze será como ingeniero un poco mejor de lo que me parece como historiador. Al menos eso concluyo de ver cómo selecciona, de forma arbitraria y poco cuidadosa, los cimientos (hechos históricos) de sus edificios (argumentos). No nos extrañe, entonces, que tanto unos como otros caigan por su propio peso.