Madrid, sin Rubianes
Hace algunos años tuve la gran suerte de conocer personalmente a Pepe Rubianes y desde aquel momento me enamoré de su dialéctica y de su claridad de ideas, y ello me convirtió en un fan acérrimo. Hoy leo apesadumbrado que se han tenido que cancelar en Madrid las representaciones de su obra Lorca eran todos y me ha parecido que el titular estaba escrito hace 40 años y no en el siglo XXI. Desde luego me parece una decisión muy acertada por parte del autor, ya que la tranquilidad y la seguridad de las personas debe ser lo primero, pero creo que no es de recibo que a estas fechas se deba coartar la libertad de expresión. Considero que el lenguaje que utiliza Pepe Rubianes en los medios puede ser tildado de soez o bruto, no obstante hemos de saber rascar de la superficie para encontrar el verdadero mensaje, que en muchas ocasiones no está en las palabras sino en su contenido e interpretación plástica. Desde luego nadie prohíbe, aunque sea veladamente, las expresiones desagradables, ideas vacuas u opiniones sin fundamento que podemos ver y oír cada día en los programas de telebasura o en emisoras de radio de capital eclesiástico, y no he visto que nadie tenga que anular su programa, al menos por miedo a su integridad física.
Ánimo Pepe los que te entendemos te saludan.- Damián Barranco. Terrassa.
No me parece bien que se censure una obra de teatro. Me parece muy peligroso. El Teatro Español está teniendo una trayectoria magnífica desde que lo dirige Mario Gas. Mis felicitaciones personales a él y a su equipo. No creo que se haya programado a Rubianes por sus declaraciones personales, aunque fueran públicas. Lo han traído a Madrid por ser un artista teatral importante, porque tiene un nuevo montaje que, seguro, merecerá la pena. Pero los madrileños, por razones políticas, ya no vamos a poder verlo. Se está atentando contra la libertad de expresión mediante la censura cultural. Mal vamos. Si empezamos a censurar a artistas porque no piensan como nosotros o porque sus "formas" personales no nos gustan... ¿No es todo esto muy viejo?
Desearía que Gallardón rectificara, de lo contrario no me extrañaría que Mario Gas presentara la dimisión. Lo cual, en sí mismo, ya sería una gran pérdida para Madrid. Que conste que no estoy en absoluto de acuerdo con la forma ni con el fondo de lo que parece ser dijo Rubianes. Pero eso, al menos para mí, sólo le califica a él como individuo libre, no necesariamente a su trabajo profesional sobre Lorca, del que habrá que valorar -en el estricto ámbito de una programación teatral- exclusivamente su valor artístico. Si no fuera así, que empiecen los políticos a decirnos qué podemos y que no podemos ver.