_
_
_
_
_
BITS

Las tarjetas digitales, cada vez más necesarias

El DNI digital es la base física de una de las iniciativas más innovadoras y pioneras de la Administración española. Permite autentificar y garantizar la confidencialidad de las comunicaciones entre ciudadanos, empresas u otras instituciones públicas y privadas a través de redes abiertas, como es Internet.

Con el DNI digital desaparece el anonimato y se puede firmar cualquier documento de manera inequívoca y segura. La tarjeta incluye un chip que identifica al propietario y hace que nadie pueda actuar en su nombre. Al mismo tiempo, certifica que ha sido él quien ha realizado la acción y no ha sido suplantado. Por tanto, tiene la misma validez y seguridad que un acto presencial donde ambas partes se acreditan y lo ratifican, sólo que a través de Internet y sin que haya necesariamente un proceso simultáneo.

Para que toda esta iniciativa de identificación electrónica funcione, no basta con que ya funcione la infraestructura legal e informática. Es preciso que el uso del sistema se generalice. Que muchos españoles tengan la tarjeta y dispongan del dispositivo adecuado para utilizarla.

Desde el pasado mes de mayo, los ciudadanos de Burgos poseen el DNI electrónico, que tiene la forma y aspecto de una tarjeta de crédito y es similar al DNI tradicional. Cualquier español lo podrá solicitar y está previsto que en 2008 todas las comisarías españolas lo emitan. Los expertos están convencidos de que la difusión de la tarjeta inteligente consolidará la utilización de los sistemas de envío de documentos electrónicos y de pagos a través de Internet, al asegurarse la privacidad y conformidad de la transacción.

El otro elemento básico que deberá tenerse es el lector de las tarjetas inteligentes. Puede ser una unidad suelta, que se conecta a cualquier ordenador, o bien que ya esté incluido en el teclado o incluso en un ordenador de bolsillo, como los lectores de tarjetas portátiles que tienen muchos restaurantes y tiendas. Como siempre ocurre cuando los volúmenes de venta son relativamente bajos, en estos momentos los lectores de tarjetas tienen un precio considerable, en torno de los 40 euros, pero conforme se extienda su uso y aumenten las ventas se prevé que el precio esté por debajo de los 25 euros por unidad.

Muchas empresas se encargan no sólo del suministro del lector, sino de gestionar la solicitud del certificado electrónico. Incluso, es presumible que algunas entidades lo promocionen o lo regalen para extender uno de sus usos, las operaciones bancarias y de compra a través de Internet.

Un lector externo de tarjetas digitales.
Un lector externo de tarjetas digitales.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_