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Los rectores acusan a Nieto de crear una universidad a distancia que no hace falta

Discrepan de que funcione como una institución pública con comportamiento privado

De origen público, pero con comportamiento y gestión privados será la nueva Universidad Internacional Valenciana que pretende crear el Consell. Una universidad a distancia, on line, que para los rectores de las universidades públicas "no hace falta" porque no "cubre ningún vacío". Ayer se reunieron en Benissa y manifestaron "dudas en el procedimiento legal y en el desarrollo" de esta nueva universidad. Además, mostraron abiertamente "serias discrepancias" con el sistema de financiación previsto, ya que será público, pero con dinero de fundaciones privadas.

Cada presidente de la Generalitat parece que quiere pasar a la posteridad por haber creado una universidad. Si Eduardo Zaplana abrió, no exenta de polémica, la Miguel Hernández, ahora Francisco Camps quiere en el Monasterio del Puig crear la Universidad Internacional Valenciana, que nacerá con la ayuda pública pero que gestionará una entidad privada, y cuya docencia será a distancia, a través de la red Internet. Los planes del Consell consisten en que la nueva universidad empiece a funcionar en el curso 2007-2008, con una inversión pública inicial de 12 millones de euros y un programa docente de tres titulaciones (Informática Técnica y Gestión, Humanidades, Ciencias Empresariales). Aunque en un breve plazo de tiempo está previsto alcanzar 14 titulaciones, y unos 7.000 estudiantes, que confían que mayoritariamente procedan de América.

Los rectores de Alicante, Ignacio Jiménez Raneda, de Valencia, FranciscoTomás; de la Jaume I de Castellón, Francisco Toledo, y de la Miguel Hernández de Elche, Jesús Rodríguez Martín, se reunieron ayer por la tarde en la Sede que la Universidad de Alicante tiene en Benissa. El rector de la Politécnica, Juan Juliá, estuvo ausente por vacaciones. Al término de la reunión, los rectores lamentaron que todavía no dispongan de la memoria completa de creación de esta universidad, ya que la semana pasada, en el último Consejo Valenciano de Universidades les entregaron un resumen de 30 páginas. Los rectores "discrepan" del sistema de financiación previsto. Por un lado, están consignados 68 millones de euros para bienes materiales que se harán efectivos hasta el año 2014, pero su gestión será privada. "Parece que han querido coger las ventajas del sistema público y lo mejor del privado", resumió un rector presente en la reunión. Esta dualidad, según estiman, podría plantear algún problema "legal y de procedimiento", ya que las universidades públicas se rigen por un sistema legislativo especial y tienen una serie de deberes y de obligaciones. Sin embargo, las privadas presentan otra dinámica en tasas académicas o servicios. Los rectores, tras más de dos horas de reunión, acordaron constituir un equipo de trabajo con un representante de cada campus para, "con el máximo espíritu de colaboración" con la Generalitat, estudiar la memoria de creación de la Universidad Internacional Valenciana y plantear sugerencias y cambios.

No obstante, el malestar entre los rectores "tanto por las formas como por el fondo" es manifiesto. El consejero, Justo Nieto, no acudió a la reunión en la que se presentó este proyecto, que surge en un momento de escasos recursos económicos disponibles en las arcas valencianas, y cuando todavía está por ejecutar el acuerdo de infraestructuras docentes que prometió el presidente, Francisco Camps, para construir aulas y laboratorios. "Un gasto como es la creación de otra universidad parece una broma de mal gusto. Si no hay dinero para cubrir lo mínimo de los que estamos ahora, ¿cómo afrontarán esto?", se preguntaba uno de los rectores.

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