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El arzobispo de Granada declara como querellado en un caso de acoso

Reyes Rincón

El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, se convirtió ayer en el primero de España que comparece ante la justicia como querellado por un presunto delito de acoso moral, coacciones, injurias y calumnias. El prelado negó ante el juez los hechos de los que le acusa el ex canónigo Javier Martínez Medina, que se querelló contra él tras ser destituido de sus cargos. El arzobispo sostuvo que no inhabilitó a Martínez para "dañar" al sacerdote, sino para "gobernar la diócesis" de forma responsable.

El prelado llegó puntual a los juzgados, donde le esperaban otros sacerdotes y una veintena de fieles, que le recibieron entre aplausos. Le acompañaron al Juzgado de Instrucción número 1 y le esperaron en la puerta para volver a aplaudirle a la salida. Durante las más de cuatro horas que duró la comparecencia, la mayoría de los fieles rezaron juntos varios rosarios.

El arzobispo declaró primero durante dos horas, en las que se negó a responder a las preguntas que había preparado el abogado de la acusación, pero sí contestó a las del juez y el fiscal. Al leer la transcripción que había hecho un funcionario sobre su comparecencia, el prelado mostró su desacuerdo e intentó puntualizar algunas respuestas, por lo que el juez que instruye el caso, Basilio Sánchez, decidió anular la declaración y empezar de nuevo. "No es un hecho habitual, pero sí que estaba en su derecho de que se hiciera", explicaron fuentes judiciales.

Como ya había hecho en la primera declaración, el arzobispo negó que la destitución del sacerdote pueda calificarse de acoso moral o coacción. A la salida del juzgado, no quiso hacer declaraciones, pero el arzobispado difundió un comunicado en el que explica su versión: todas las actuaciones en las que se basa la querella son "actos de gobierno interno de la Iglesia", y la destitución del ex canónigo por llevar al arzobispo a los tribunales civiles es una "dolorosa medida" que el prelado "está obligado a tomar". "No hacerlo supondría una grave dejación de sus deberes", señala la nota arzobispal.

El prelado insistió también en manifestar que el asunto tenía que haberse resuelto en la justicia eclesiástica por ser un conflicto "interno y de familia". Según el arzobispo, al salir a la justicia ordinaria, el tema se ha divulgado "con ligereza y sin respeto a la verdad, con la pretensión de dañar a la Iglesia".

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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