¿Dónde están las feministas?
Seguramente será porque ha sido Mario Vargas Llosa, a quien muchas escribidoras (y escribidores) feministas dicen tener admiración por su faceta novelesca y no por su "neoliberal" actividad como articulista, el que ha denunciado en EL PAÍS el calvario que está sufriendo Ayaan Hirsi Alí, amenazada no sólo por el fanatismo islamista en Holanda, sino ahora también por las autoridades holandesas, que han decido expulsarla del país por haberse convertido en un peligro para la población. Y yo me pregunto: ¿dónde están las feministas de este país que no han puesto el grito en cielo, que no han organizado manifestaciones, por tamaño atentado a la libertad individual, en este caso a la libertad de una mujer que es todo un símbolo de coraje y valentía? ¿Quizá es por lo que denuncia mi estimado y querido Mario, esto es, que a mucha gente progresista no le gusta que Hirsi Alí haya optado por EE UU para que la acoja? ¿Realmente son motivos por los cuales se escucha este clamoroso silencio cómplice? No lo quiero ni pensar. Porque si lo pensara, me darían ganas de irme yo también a la patria de Abraham Lincoln, lejos de esta Europa retrógrada, adormecida, masoquista, pazguata, dispuesta a ceder en lo que un día exportó por todo el mundo: su fe inquebrantable en los valores de la democracia y la libertad de los individuos, los únicos destinatarios de ese bien conquistado en una larga y sufrida lucha.