_
_
_
_
_

Los propietarios prometen la continuidad del centro escénico

El grupo inmobiliario Monteverde, propietario del teatro Albéniz, aseguró ayer, a través de un comunicado, la continuidad del Albéniz como centro teatral, "en la línea de lo que ha sido durante los últimos años", y aseguró que acometerá para lograrlo "las reformas estructurales y arquitectónicas que mejoren sustancialmente tanto sus condiciones técnicas como de seguridad activa y pasiva, de las que ahora adolece".

Pero eso no implica mantener la estructura actual del teatro. Fuentes de la empresa inmobiliaria señalan que son los arquitectos los que tienen que decir si es necesario tirar el teatro. La propuesta de Monteverde y de la presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, es la misma: mantener un uso cultural en el futuro edificio. Los manifestantes que ayer marcharon en defensa del Albéniz quieren que Aguirre "cumpla su promesa electoral" de comprar y reformar este espacio escénico con el fin de "garantizar para siempre su herencia cultural".

Fuentes de Monteverde apuntaron ayer que el teatro está para tirarlo abajo, "tanto técnicamente como materialmente, por razones de seguridad y de comodidad". No obstante, recalcaron: "Los arquitectos son quienes dirán si será un centro teatral o cultural, si se mantiene igual o no".

De buena fe

Esta empresa recuerda que es compradora de buena fe, "por lo que si alguien quiere mantenerlo igual tendría que comprarlo y abonar el lucro cesante", señalan. Es decir, que los nuevos compradores tendrían que abonar no sólo lo que les ha costado a ellos, sino lo que han dejado de ganar al no llevar a cabo su primigenio proyecto.

El diario El Mundo ha relacionado a Carlos Monteverde Mesa, presidente de Monteverde Grupo Inmobiliario, con diversas sociedades de su padre, Carlos Monteverde Gavilanes, imputado en la Audiencia Nacional por supuesta estafa y apropiación indebida en el caso conocido como Operación Malaya Marbella II. Dicha relación la basa en el hecho de que Monteverde Mesa formó parte de algunas de las sociedades que Monteverde Gavilanes utilizó para presentar 73 proyectos falsos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Desde este grupo inmobiliario, del que forma parte como consejero no accionista Fernando Damián Fernández-Tapias (hijo de Fernando Fernández-Tapias, presidente de la patronal madrileña CEIM), dejaron ayer claro que Monteverde Mesa está desligado profesionalmente de las empresas de su padre desde hace años, y únicamente forma parte de algunas sociedades familiares en las que Monteverde Gavilanes tiene incluidos a todos sus hijos.

El Grupo Inmobiliario Monteverde asegura que ha desechado el proyecto de convertir el Albéniz en un centro comercial, una idea que manejaban los antiguos propietarios (la familia Moro). "Desde que Monteverde se hizo con la propiedad del teatro, el pasado enero, hemos descartado que el Albéniz dejara de existir", señala Guillermo Cabanas, director de Organización y Desarrollo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_