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Una reforma urbana polémica

Gallardón recuerda que el Museo Thyssen no presentó alegaciones contra el proyecto del Prado

El patronato niega haber dado su apoyo al plan, pero renuncia a enfrentarse con el Ayuntamiento

El proyecto inicial de reforma del eje Prado-Recoletos, aprobado el pasado junio, fue expuesto al público durante tres meses para que particulares e instituciones presentaran sus alegaciones. El Ayuntamiento recibió 600, pero ninguna del Museo Thyssen-Bornemisza, que ahora se opone frontalmente al plan. "No hicieron alegaciones, y eso equivale a expresar tácitamente su consentimiento", afirmó ayer el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Carlos Fernández de Henestrosa, director gerente del patronato del Thyssen, replicó que éste no alegó "en aras de la paz", pero insistió en que llevan años advirtiendo de que el proyecto no les gusta. "Nos resignamos. No vamos a enfrentarnos al Ayuntamiento. Pero entusiasmo, ninguno", afirmó.

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Ruiz-Gallardón compareció ayer en rueda de prensa para explicar los acuerdos tomados en la reunión semanal del gobierno municipal, pero después tuvo que afrontar una batería de preguntas con un único tema de fondo: el conflicto entre el Ayuntamiento y Carmen Cervera, viuda del barón Thyssen y vicepresidenta vitalicia de la Fundación Thyssen-Bornemisza. Cervera ha amenazado con encadenarse a un plátano del paseo del Prado -ayer elevó su amenaza y dijo que se subirá a un árbol- para protestar contra el Plan Especial Prado-Recoletos. Según ella, el proyecto es injusto porque desvía todo el tráfico por delante del Thyssen y supone la tala de "árboles centenarios".

"A veces, para favorecer el interés general es necesario perjudicar a un particular o a una institución. Lo habríamos hecho si hubiera sido necesario", comentó Ruiz-Gallardón. Y añadió a continuación: "Pero no es éste el caso. Con el proyecto Prado-Recoletos ganan los tres grandes museos: el Prado, el Reina Sofía y el Thyssen. Y la prueba es que ninguno de los tres ha presentado ni una sola alegación a ese plan".

El alcalde admitió que, "indudablemente", el Museo del Prado será el que más gane, porque el tráfico de vehículos desaparecerá de esa parte del paseo y será sustituido por un espacio peatonal, "casi un gran parque público". El Reina Sofía también saldrá beneficiado, ya que el Ayuntamiento va a ampliar el túnel de Atocha para alejar la boca de salida de los coches de la actual entrada del museo. "Pero el Thyssen tendrá una acera tres veces más ancha que la actual. Y no se va a talar ni un árbol", subrayó, en referencia al tramo Cibeles-Neptuno (en otras partes del proyecto sí hay previstas decenas de talas).

Ruiz-Gallardón se mostró "en absoluta disposición" a volver a reunirse con Cervera para "explicarle el proyecto" y a "seguir trabajando" en pos del consenso, pero añadió que el proyecto avanzará "con o sin consenso de la baronesa". Y anunció que ha pedido al arquitecto portugués Álvaro Siza, cabeza del grupo autor de la reforma, que el lunes dé una conferencia de prensa para explicar ante los medios de comunicación todos los detalles de una obra que no comenzará hasta el próximo mandato municipal.

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Respaldo a la concejal

Preguntado por si compartía las declaraciones de su concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, que el pasado miércoles llamó "caprichosa intolerante" a la baronesa Thyssen y la acusó de ir "por libre", el regidor señaló: "Respaldo absolutamente a mi concejal. Pero matizo que Pilar Martínez no se refería a Carmen Cervera como persona, sino a su actitud en este hecho concreto".

Ruiz-Gallardón sostuvo ayer, como lo hizo Martínez el miércoles, que la Fundación Thyssen-Bornemisza aprobó hace meses el proyecto Prado-Recoletos. "El patronato en pleno nos lo dijo", aseguró el alcalde. El director gerente del patronato, Carlos Fernández de Henestrosa, lo niega tajantemente. "El patronato nunca se ha pronunciado sobre esto. Es verdad que hemos debatido el tema, ha habido conversaciones, pero no una reunión de la que se haya levantado acta. Algunos patronos pensaban una cosa, y otros, otra. La que siempre estuvo en contra es la baronesa. La concejal Pilar Martínez dice que esto es un capricho de Carmen Cervera... Pues vaya capricho, que dura cuatro años", señala Fernández de Henestrosa.

El director gerente admite que el Ayuntamiento ya incorporó al proyecto inicial del año pasado algunas de las peticiones del Thyssen -ensanchó la acera frente al museo y redujo los carriles de tráfico de siete a cinco-. Por eso, el patronato de la fundación no presentó alegaciones al proyecto de Siza: "Por civismo, en aras de la paz con el Ayuntamiento". "Eso no significa que nos guste el proyecto, sino que no vamos a enfrentarnos al Ayuntamiento porque creemos que no es nuestra misión. Podemos, incluso, ser complacientes, pero no hasta el punto de aplaudir. Entusiasmo, ninguno", afirma.

Una actitud crítica pero templada que dista bastante de la adoptada por la baronesa Thyssen. "Bueno, ella tiene libertad de hacer lo que considere oportuno. Personalmente, creo que lo de subirse a los árboles es simbólico, no real. No sé yo si ella llegaría a hacer eso...", comenta Fernández de Henestrosa.

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