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El futuro del País Vasco

Zapatero constata que todos los partidos apoyan la apertura del proceso de paz

El líder del PNV dice que comprende al PP, porque "lo ha pasado mal", y le pide que se integre

Luis R. Aizpeolea

"El Gobierno cuenta con el apoyo explícito de todos los partidos en la verificación del alto el fuego y, en su caso, para el proceso de paz que se iniciaría después". Así lo manifestó ayer el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, en nombre del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, tras el encuentro que éste mantuvo en La Moncloa, con el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, con el que cerró la ronda de partidos que abrió tras el alto el fuego de ETA. Imaz pidió "comprensión" para el PP porque "sus gentes lo han pasado mal en Euskadi", y le reclamó que se integre en el proceso.

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La reunión de dos horas y media que ayer mantuvieron en La Moncloa el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, constató la "magnífica relación" y la "complicidad generacional" de ambos políticos, que contribuirá a "hacer imprescindible" el papel del PNV en el proceso de paz que se abrirá en las próximas semanas en el País Vasco, según subrayó Moraleda al final del encuentro.

Pero la reunión puso también un broche de oro a la ronda de contactos con todos los partidos que Zapatero abrió con el líder del PP, Mariano Rajoy, una semana después del alto el fuego de ETA para pedir su apoyo a la verificación de si el alto el fuego de ETA es total; y, con ello, hacer efectiva la apertura del diálogo oficial del Gobierno con la banda, de acuerdo con la resolución parlamentaria aprobada por el Congreso en mayo pasado.

Zapatero culmina las reuniones con todos los partidos con un apoyo inédito por su unanimidad a un proceso de paz. José María Aznar no logró el respaldo de los partidos nacionalistas vascos, tras la tregua indefinida de ETA en 1998, por las propias singularidades de aquel fallido proceso, que primó la "construcción nacional" sobre el proceso de paz.

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"En la situación actual, el Gobierno piensa que no puede haber un aval mayor que la unanimidad de todos los partidos políticos. Todos los partidos, de izquierdas, de derechas, del norte, del sur, unidos sin fisuras en contra de la violencia y a favor de la paz", dijo ayer Moraleda en nombre de Zapatero, a modo de balance de la ronda de contactos.

También, en alusión al desmarque de la izquierda abertzale de los últimos acontecimientos violentos, precisó: "Se producen síntomas de que estamos ante nuevas actitudes y, sobre todo, por primera vez y desde hace tiempo, estamos unidos y sin fisuras para encontrar una vía por la paz en nuestro país".

Zapatero, según confirmó Moraleda, se tomará el tiempo necesario para verificar que la ausencia de violencia de ETA es total. Lo mismo dijo Imaz con otras palabras: "El PNV va a jugar con responsabilidad a que el alto el fuego permanente de ETA se convierta en irreversible", tras señalar que la "prioridad absoluta" de su partido es la paz.

Moraleda e Imaz no dieron importancia al debate sobre si la comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso para anunciar el diálogo con ETA, tras la verificación de que alto el fuego es total, debe coincidir con el debate sobre el estado de la nación o no. "Ahora nos toca comprobar que la voluntad expresada en el comunicado de ETA se corresponde con la desaparición plena de todo tipo de violencia", subrayó Imaz.

Durante su encuentro, Zapatero e el líder del PNV aclararon que tras la verificación de que el alto el fuego de ETA es total, se abrirá la fase del diálogo entre el Gobierno y la banda. De modo paralelo, se producirá la legalización de la izquierda abertzale. El secretario de Estado de Comunicación recordó a los líderes de Batasuna que su legalización pasa por el cumplimiento de la Ley de Partidos, que el Gobierno no tiene intención de derogar. E Imaz reclamó para ese momento un acercamiento de presos etarras a las cárceles del País Vasco.

Ninguno de los dos fijó ninguna fecha para que se constituya en Euskadi un foro de partidos en el contexto de la reforma del Estatuto de Gernika. Lo que sí dejaron claro es que no será antes de que se constate el cese total de la violencia y la legalización de la izquierda abertzale.

"Tras lograr una Euskadi en paz, será la política la que tenga que abrirse paso dando lugar a un foro multipartito", dijo Imaz, aunque aclaró que "los partidos vascos deben trabajar discretamente en los calendarios, las metodologías y los procedimientos desde el respeto a la voluntad democrática de la sociedad vasca".

Moraleda señaló, por su parte: "Cuando verifiquemos que efectivamente estamos ante un cese real de la violencia, será el momento de la política, pero no antes".

El líder del PNV, en coincidencia con el presidente Zapatero, abogó porque el PP se incorpore al proceso de paz. Imaz mostró su "comprensión" con el PP, porque "sus gentes en Euskadi lo han pasado mal y han sufrido mucho". Y argumentó: "A medida que el proceso de paz se asiente, determinadas situaciones que hoy nos cuesta asimilar van a ser posibles". Lo dijo en alusión a un cambio de postura del PP. Y le pidió a ese partido que "se baje de las posiciones que ocupa en el monte político en este momento".

Zapatero e Imaz coincidieron en que la clave de este proceso consiste en "avanzar todos juntos por la vía del consenso". Imaz puso el acento en que la solución política para Euskadi pasa por el "binomio" de "no imponer y no impedir", esto es, "no imponer en Euskadi mayorías políticas que no cuenten con una adhesión inferior a la que tuvo el Estatuto de Gernika, y no impedir que esos acuerdos puedan tener su traslado al marco jurídico político".

Moraleda insistió en que "la mejor política para un futuro es la del máximo consenso posible" e instó "a todos, a que cuando llegue la hora de la política tengan la misma generosidad que la que se ha demostrado hasta ahora en la verificación".

El líder del PNV, Josu Jon Imaz, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa.
El líder del PNV, Josu Jon Imaz, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en La Moncloa.CLAUDIO ÁLVAREZ

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