El control de la energía en Bolivia
Un aire triunfalista se percibía ayer en el Gobierno boliviano, que considera la nacionalización de los hidrocarburos como el primer paso en la recuperación de los recursos naturales y las empresas estatales enajenadas en los últimos 10 años. "Estamos preparados para recuperar la tierra para todos los bolivianos", ha prometido el presidente, Evo Morales.
La petrolera hispano-argentina Repsol YPF reclamó ayer seguridad jurídica para sus contratos en Bolivia. El presidente de la compañía, Antoni Brufau, afirmó que "Bolivia no debe quedar al margen del sistema político internacional". Repsol YPF esperará a conocer el significado preciso del decreto de nacionalización de los hidrocarburos bolivianos anunciado el pasado lunes antes de tomar decisiones.
El Gobierno español advirtió ayer a Bolivia de que su decisión de nacionalizar los hidrocarburos tendrá consecuencias negativas para la cooperación bilateral humanitaria y política si se confirma que no deja margen para un arreglo soportable para las empresas. El Ejecutivo quiso transmitir así un mensaje de "firmeza" en la defensa de los intereses españoles y de "diálogo" para determinar el alcance real del anuncio boliviano.
Silvio Berlusconi reunió por última vez a sus ministros y subió por última vez al palacio del Quirinal. Fue el día de la dimisión, el día de las despedidas. Berlusconi, acostumbrado a ganar, tuvo que cumplir con el ritual del vencido. Pero no se mostró hosco ni abatido. "Hemos sido el mejor Gobierno en la historia de la República, nos echarán en falta", les dijo a sus ministros.
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, lanzó ayer un contraataque en toda regla y aseguró que no dimitirá. Calificó de "pólvora mojada" las revelaciones del caso Clearstream, por el que habría ordenado a los servicios secretos franceses que involucraran falsamente a su rival, el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, en una trama de corrupción. Villepin denunció una campaña "innoble de calumnias y mentiras" en su contra.
Javier Solana, alto representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, frustró ayer al Parlamento Europeo por su desconocimiento oficial e incapacidad institucional para investigar los supuestos secuestros y vuelos clandestinos de la CIA en Europa. Una y otra vez dijo que no tiene información ni atribuciones para investigar, y que tal iniciativa corresponde a los Estados o a la Comisión Europea.
YOLANDA MONGE | Washington
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