Vivienda obligará a los intermediarios a tener un título oficial para vender pisos

La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, confirmó ayer que impulsará una normativa que regule el trabajo de los intermediarios inmobiliarios, que ahora no están sujetos a ninguna regla para desempeñar su profesión y poner coto a los abusos en este mercado (como el cobro de comisiones excesivas). Además, Trujillo adelantó algunas de las medidas que prepara, como obligar a los gestores a tener un título oficial para ejercer y exigirles una póliza de responsabilidad civil que dé cobertura al cliente en caso de fraude. Todavía no hay fecha para los cambios, que, dijo, serán a más largo plazo.

"En España es más difícil vender una lechuga que un piso, y eso no puede ser", afirmó la ministra en un almuerzo para clausurar el 19º Curso de Economía que organiza la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). Para vender una lechuga, se requiere el carné de manipulador de alimentos. Para intermediar en la compraventa de una vivienda no hace falta ningún título, desde que en 2000 el Gobierno del PP liberalizó este sector, hasta entonces reservado a los agentes de la propiedad inmobiliaria (API), que sí están colegiados y que ahora son unos 8.000.

Si a esa cifra se suman agencias inmobiliarias y profesionales autónomos, el total de gestores llega a unos 95.000, según fuentes del sector. Un negocio al alza que ha visto cómo sus comisiones se multiplicaban al calor del boom de la vivienda, que se ha traducido en un aumento de los precios del 150% desde 1998 y un récord en la compraventa de inmuebles. Al mismo tiempo, los API y asociaciones de consumidores como la OCU denuncian un incremento de los abusos y el fraude y la indefensión del cliente.