Lo peor del fútbol español

La jornada de Liga resultó ayer especialmente conflictiva, con desagradables incidentes sobre todo en el Vicente Calderón y en el Ruiz de Lopera. También en Mendizorroza hubo altercados entre las aficiones del Athletic y el Alavés, mezcladas en las gradas.

Por segunda vez consecutiva no fue sólo fútbol lo que pudieron ver los más de 30.000 aficionados que acudieron al Calderón. El fondo sur y el árbitro fueron los que protagonizaron el partido. En el minuto veinte de la segunda parte algunos ultras empezaron a enfrentarse a los guardias de seguridad del estadio, que pidieron ayuda a la ...

La jornada de Liga resultó ayer especialmente conflictiva, con desagradables incidentes sobre todo en el Vicente Calderón y en el Ruiz de Lopera. También en Mendizorroza hubo altercados entre las aficiones del Athletic y el Alavés, mezcladas en las gradas.

Por segunda vez consecutiva no fue sólo fútbol lo que pudieron ver los más de 30.000 aficionados que acudieron al Calderón. El fondo sur y el árbitro fueron los que protagonizaron el partido. En el minuto veinte de la segunda parte algunos ultras empezaron a enfrentarse a los guardias de seguridad del estadio, que pidieron ayuda a la policía. Varios agentes antidisturbios se desplazaron hasta el fondo llevándose a cuatro fanáticos y desalojando la grada. Muchos intentaron escapar corriendo por las escaleras. Otros se fugaron hacia los laterales contiguos, dejando al Calderón, lleno anoche, con un hueco redondo de color azul.

Antes, fuera del recinto se repartieron 30.000 pequeñas octavillas con una leyenda: "Estamos hartos", en referencia a los árbitros. Faltaba media hora para que se acabara el partido y la imagen del estadio, con el fondo sur vacío daba un toque algo surrealista. Una imagen que anticipaba lo que ocurriría poco después.

Por ejemplo, el incidente que protagonizó Kezman. El serbio se quitó la camiseta y amagó con marcharse del campo cuando Lizondo ordenó repetir el penalti que había detenido Leo Franco. El entrenador del Celta, Fernando Vázquez, descartó que los de su equipo tuvieran una actitud provocadora. Pepe Murcia, por su parte, comentó con pocas palabras el gesto de Kezman. "Estaba cabreado, mejor que uno se quite la camiseta a que haga una entrada a un adversario", explicó. "A eso no doy importancia", añadió. Lizondo reflejó en el acta que al final del encuentro cuando se disponía a entrar en su vestuario Antonio Muñoz, dirigente del Atlético, se dirigió a él, diciéndole "¡Qué cara tienes, ya verás la televisión!". En el apartado de público, el colegiado escribió: "En el minuto 3 fue lanzada desde uno de los fondos, una botella con líquido, sin impactar a nadie. En el mismo minuto y sobre una de las bandas, donde estaba situado el árbitro asistente número 2, fueron lanzadas cuatro botellas con líquido y un bote de refresco aplastado, sin impactar a ningún participante".

En Sevilla cayeron bengalas y distintos objetos, algunos como una botella de ron. La policía efectuó una carga contra aficionados en las inmediaciones del estadio Ruiz de Lopera. Los hechos se produjeron en la calle del Tajo, zona habitual de concentración de aficionados, algunos de los cuales desplazaron un contenedor de obra y arrojaron los objetos de su interior. La policía, con varias unidades a caballo, actuó con disparos de pelotas de goma. Un operador de Televisión Española fue agredido en el cuello y le robaron la cámara. Tuvo que ser atendido por la Cruz Roja.