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En las muestras de un cometa de la 'Stardust' hay minerales de alta temperatura

Las muestras del cometa Wild 2 traídas a la Tierra el pasado mes de enero por la nave Stardust han sorprendido a los científicos que las estudian, ya que indican que en los fríos cometas existen minerales que se formaron a muy alta temperatura, en las cercanías del Sol o de otra estrella. La forma en que llegaron estos minerales al cometa, que procede de los helados confines del Sistema Solar, se desconoce y puede cambiar las teorías actuales sobre la formación y la composición de los cometas, según los expertos de la NASA.

Sin embargo, algunos modelos de la formación del Sistema Solar, hace más de 4.500 millones de años, contemplan, además del disco de acreción protoplanetario, del que se formaron los planetas actuales, fuertes chorros de materia en otros planos. "Hemos encontrado minerales de muy alta temperatura, lo que apoya el modelo en el que fuertes chorros bipolares procedentes del Sol primitivo transportaron material formado cerca del Sol hasta los confines del Sistema Solar", explicó Michael Zolensky, coordinador de la misión en el Johnson Space Center. "Parece que los cometas no están compuestos enteramente de materiales volátiles, sino de una mezcla de materiales que se formaron en toda la gama de temperaturas, desde muy cerca a muy lejos del Sol."

Minerales conocidos

Hasta ahora los científicos han extraído unas 150 partículas, de las cuales 45 se pueden distinguir a simple vista. El tamaño varía entre las 50 micras y la micra. Se cree que el instrumento recolector, con forma de raqueta de tenis rellena de un ligerísimo material llamado aerogel, contiene varios miles de partículas captadas en el acercamiento de Stardust al cometa en enero de 2004. Los minerales analizados hasta ahora son bien conocidos por los geólogos, aunque su composición varía, lo que indica que se trata de materiales muy primitivos, según Donald Brownlee, investigador jefe del proyecto. Se ha encontrado, por ejemplo, olivina, forsterita, antracita y espinelas. Todavía no se han intentado detectar materiales orgánicos, muy sensibles a la contaminación, ni se han empezado a extraer las muestras de polvo interestelar, captadas por la nave durante su viaje. Los científicos afirman que tienen trabajo para varias décadas, que se realizará en una primera etapa en decenas de laboratorios seleccionados, ninguno de los cuales es español.

Para localizar las partículas en el aerogel, la NASA ha organizado un programa de voluntarios a través de Internet, que comenzará en el plazo de dos semanas. Se llama Stardust at Home.

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