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La CEOE cree que la reforma fiscal empeorará la competitividad

Lucía Abellán

Los empresarios están descontentos con la reforma fiscal anunciada por el Gobierno. La patronal CEOE hizo ayer público un análisis muy negativo de las reformas del impuesto de sociedades y de la renta que entrarán en vigor el año que viene y cuyo anteproyecto aprobará el Consejo de Ministros el próximo 10 de febrero.

La organización empresarial se muestra especialmente crítica con la reforma del impuesto de sociedades, que pagan las empresas por sus beneficios. Los cambios anunciados no responden, según CEOE, a las demandas lanzadas al Gobierno para que redujese la carga fiscal de las compañías y mejorar la competitividad. "Un análisis detallado permite albergar fundadamente la sospecha de que actúan en la dirección contraria", sentencia la patronal.

Los empresarios critican que la reducción del tipo impositivo (del 35% al 30% en general y el 25% para las pequeñas y medianas empresas) se prolongue hasta 2011. También que esa medida vaya acompañada de la eliminación de todas las deducciones fiscales. Esa iniciativa "constituye un nuevo obstáculo a las posibilidades de la economía española de superar el atraso".

La patronal sospecha que el nuevo impuesto no llevará aparejada una reducción de la carga fiscal para las empresas. Y lo argumenta del siguiente modo: si el tipo efectivo (el que se paga realmente una vez aplicadas las deducciones) es en la actualidad inferior al 30%, dejarlo en ese nivel sin deducciones supondrá en la práctica un aumento de la fiscalidad. Se trata, según la patronal, sólo de "un cambio de imagen" del impuesto que aumenta la recaudación. El Gobierno sostiene que la reforma supondrá un ahorro neto de 2.000 millones para las empresas.

Freno a los inversores

Los empresarios lamentan especialmente que desaparezcan las deducciones por investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Advierten de "consecuencias disuasorias para inversores extranjeros" que desarrollen esa actividad en España estimulados por su atractivo fiscal. También critican la supresión de las ventajas medioambientales y las que fomentan la reinversión de plusvalías.

La reforma del IRPF tampoco agrada a la CEOE, en especial lo referente al ahorro. Los empresarios observan el aumento de la tributación general del ahorro (del 15% actual al 18%) como "un peligro para la permanencia de los inversores" y auguran "una deslocalización hacia países de menor tributación".

Las novedades en los instrumentos de previsión social (fondos de pensiones y seguros de vida) son "totalmente rechazables" y tendrán "consecuencias negativas irreparables" en la consolidación del sistema. Respecto a los dividendos, critican que se elimine la doble tributación (en el impuesto de sociedades y en el de la renta). En vivienda creen que quitar los porcentajes máximos de deducción perjudicará especialmente a las rentas bajas.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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