El Gobierno planea inyectar 4,4 millones para corregir el déficit dotacional de las bibliotecas

El Gobierno impulsa un plan para paliar las carencias de las bibliotecas públicas y escolares de España. A la Comunidad Valenciana se destinarán casi 4,4 millones de euros si la Generalitat suscribe los convenios, lo que obligará a modificar y aumentar notablemente su presupuesto en este apartado. El gasto valenciano en bibliotecas públicas por habitante (4,3 euros) es inferior al de la media española (6,3) y muy por debajo de la UE (17,5). La Comunidad Valenciana se sitúa a la cola en el uso de las bibliotecas. También en el índice de lectura, si bien en 2005 se ha detectado una mejora.

La Generalitat deberá igualar el presupuesto para beneficiarse de las ayudas estatales

La Generalitat es uno de los gobiernos autonómicos que menos aporta (un 15%) a la financiación del gasto corriente de las bibliotecas públicas de España, recayendo esta función básicamente en los Ayuntamientos, según los datos de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez referidos a 2003.

Con el plan del Gobierno, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, la Generalitat deberá aumentar considerablemente sus aportaciones para las bibliotecas tanto públicas como escolares si quiere ser beneficiaria. En el cómputo final, ambas administraciones deben aportar dotaciones a partes iguales, aunque en el caso del plan para bibliotecas de Bachillerato, el gobierno autonómico tiene tres años de plazo.

En la distribución del total de los 43,6 millones de euros previstos por la Administración central destinado a las bibliotecas españolas en 2006, a la Comunidad Valenciana le corresponden 4,4 millones, divididos en tres objetivos: 2,4 para bibliotecas escolares de Bachillerato; casi un millón para bibliotecas de Primaria, y 900.000 euros para bibliotecas públicas. En global, la aportación de las comunidades autónomas para el presente ejercicio debe ascender a 26, 9 millones de euros.

Esto significa que la Generalitat deberá aportar este año un total de 2,7 millones de euros al plan (además del restante 1,6 a bibliotecas de Bachillerato y Formación Profesional a cargo de los presupuestos de 2007 y 2008).

Fuentes de la Consejería de Educación y Cultura confirmaron ayer estos extremos. De hecho, el director general del Libro, Vicente Navarro de Luján, está en contacto con la subsecretaria general del Ministerio, María Fernández de Mesa, con el fin de firmar el convenio por lo que respecta a su competencia: la red de bibliotecas públicas.

En este caso, la Dirección General del Libro tendrá que aportar un millón de euros, financiación que deberá obtener de unos presupuestos generales de la Generalitat muy ajustados. El actual presupuesto para la red de bibliotecas públicas se eleva a 996.510 euros.

Las citadas fuentes señalaron que del mismo modo se habrá de actuar desde Educación para conseguir las ayudas del Gobierno central.

De momento no hay ningún convenio suscrito. Las mismas fuentes apuntan que la Consejería no fue informada hasta hace poco del plan del Gobierno en colaboración con las comunidades autónomas para ponerlo en marcha.

En este mismo campo, el PSPV ha elaborado un informe comparado sobre los hábitos de lectura de los valencianos y sobre la situación de las bibliotecas a partir de los datos oficiales. La diputada socialista Ana Noguera critica que en la Comunidad Valenciana el índice de no lectores se ha incrementado de 2002 a 2004, alcanzado el 48,50%, mientras que en el conjunto de España ha mejorado, hasta reducirse al 45%.

"La cuestión no es casual y responde a una deliberada desidia de la administración autonómica por las bibliotecas y la lectura. El gasto total en bibliotecas públicas por habitante en la Comunidad Valenciana era un 30% inferior a la media de España", apunta Noguera.

Y añade la secretaria de Cultura y Educación del PSPV: "La política del PP en inversiones reales es ridícula. No crecemos en los presupuestos y llevamos años arrastrando un déficit importante. El PP derrocha y dilapida el dinero en eventos de dudosa rentabilidad cultural, en sobrecostes opacos y no justificados, y en actos publicitarios que nada tiene que ver con la cultura real. Mientras, las bibliotecas malviven en una sequía permanente".

Las diferentes encuestas realizadas sobre hábitos de lectura ponen manifiesto los tradicionales bajos promedios de la Comunidad Valenciana en este sentido. Por el contrario, cuenta con una buena infraestructura de bibliotecas públicas, si bien poco dotadas y utilizadas.

En este pesimista panorama, sin embargo, se ha abierto una vía de mejora. En la encuesta de índice de lectura de 2005 se ha detectado un incremento importante en la Comunidad Valenciana.