A mal tiempo...

Una simpática película francesa, Mi pequeño negocio (1999), de Pierre Jolivert, proporciona la base material para esta revisitación hispana, curiosa por inhabitual, pero también por los escenarios y el protagonista propuestos: un atribulado, emprendedor pero decididamente gafado dueño de un taller especializado en el tuneado de coches, Teo (Imanol Arias), que ve cómo entre un incendio y un agente de seguros tramposo (Charlie Levi) aunque encantador se le va su futuro al garete.

Lo que copia el filme español es justamente la peripecia base del francés: las estrategias que Teo, con la ayuda más o menos forzosa del agente y del actual amante de su ex esposa, entre otros, pondrá en marcha para poder cobrar el seguro.

Tal situación propicia un limpio ejercicio de comicidad, bien servido por actores competentes y en el que se aprecia una mirada muy de ahora mismo sobre este puñado de currantes que hacen lo que pueden para tirar adelante. Es una película sin pretensiones, que parece especialmente pensada para pasar un buen rato pero sin renunciar a mostrar con tino la realidad circundante.

Y sobre todos sus aspectos positivos, destaca el papelazo que se ha reservado para sí Imanol Arias (es también el coproductor), al cual cada vez le quedan mejor los años y le luce más la riqueza de un repertorio interpretativo duramente aprendido. Es la suya una intervención portentosa, a la que dan ajustada réplica todos sus partenaires y en especial un Charlie Levi sencillamente magnífico... como querría la buena ortodoxia de funcionamiento de un producto comercial e inteligente.