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Paralizadas dos obras en edificios contiguos a la Casa Batlló por grietas

El Ayuntamiento exige un proyecto a las constructoras para reanudar los trabajos

El Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña no permitirán la reanudación de las obras contiguas a la Casa Batlló hasta que las dos empresas constructoras presenten un proyecto ejecutivo, tras descubrirse más de 80 fisuras superficiales, del grosor de un cabello, en el sótano y la planta baja del emblemático edificio. El informe técnico realizado por el distrito del Eixample considera que las dos obras "son las causantes" de las grietas aparecidas en una pared medianera de 40 metros de longitud. A pesar de los daños, la Casa Batlló mantendrá las visitas culturales.

El primer informe de los inspectores técnicos del distrito del Eixample indica que las fisuras han sido originadas "por los golpes y la fricción de la maquinaria sobre la planta subterránea" de la Casa Batlló, ubicada en el número 43 del paseo de Gràcia. En el texto se considera que tanto la construcción de los apartamentos de lujo en el edificio de la inmobiliaria Hines y Barclays Bank (paseo de Gràcia 45) como la del transformador eléctrico bajo el subsuelo del pasaje de la tienda de bricolaje Servicio Estación, han causado por igual esas vibraciones.

Para reanudar las obras, las dos empresas deberán presentar ante el Ayuntamiento un proyecto ejecutivo en el que se especifique qué procedimientos y qué maquinaria utilizarán para garantizar que los trabajos no dañen de nuevo el edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003.

Las más de 80 fisuras capilares se encuentran en el enyesado de la pared medianera, de unos 40 metros de longitud, que separa la Casa Batlló del edificio de la inmobiliaria Hines y Barclays Bank, tanto en el sótano como en la planta baja. El informe técnico del distrito establece que las grietas más importantes son las aparecidas en "los estribos de los falsos arcos y los extremos de los techos", aunque en ambos casos se trata de elementos ornamentales. El distrito del Eixample considera que las obras se estaban llevando a cabo con precaución, ya que se realizaban catas continuas y el hormigonado cumplía las distancias de seguridad establecidas, pero tratándose de un edificio que es Patrimonio de la Humanidad, el distrito considera necesario extremar las precauciones.

La consejera delegada de la Casa Batlló, Nina Bernat, opina que los responsables directos de los daños son los trabajos que se estaban llevando a cabo en el número 45 del paseo de Gràcia, el edificio de la inmobiliaria Hines. Bernat explica que los problemas surgieron ya "en el mes de noviembre", y que desde entonces la Casa Batlló ha sufrido "varias inundaciones y algún agujero". La consejera delegada del edificio del arquitecto Antoni Gaudí sostiene: "Es importante que se tomen medidas para que las obras se hagan con más cuidado, ya que existe la maquinaria adecuada para hacerlo".

La inmobiliaria Hines y Barcklays Bank, por su parte, expresaron ayer en un comunicado que las obras "cuentan con todas las licencias pertinentes por parte del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat", así como con "todos los seguros obligatorios y no obligatorios para cualquier intervención de rehabilitación".

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A pesar de los daños, la Casa Batlló continuará permitiendo las visitas culturales.

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