Conde-Pumpido obliga a renunciar al fiscal jefe de la Audiencia Nacional

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, de 59 años, renunció ayer a su cargo, en el que llevaba nueve años, después de que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, le forzara a tomar esa decisión tras comunicarle que había perdido la confianza en él por diversos incumplimientos en el ejercicio de su cargo. El PP sugirió ayer que la renuncia de Fungairiño podría estar vinculada a la política antiterrorista del Gobierno.

Conde-Pumpido ofreció a Fungairiño aceptar un destino en el Supremo y quedar como delegado de la Fiscalía General para asuntos de terrorismo. El fiscal jefe de la Audiencia aceptó el traslado y comunicó a los periodistas que renunciaba a su cargo por motivos personales, a la vez que negaba la existencia de discrepancias con el fiscal general.

En los últimos meses se habían agudizado los desencuentros entre Fungairiño y Conde-Pumpido. El fiscal general le imputaba algunos "incumplimientos" de las instrucciones que le daba. El último de éstos tuvo lugar la semana pasada. El fiscal general conoció por una información de EL PAÍS que dos islamistas condenados en la Operación Dátil a ocho años de cárcel saldrán en libertad el 17 de febrero, fecha en la que verán cumplido el límite máximo de prisión preventiva, si para entonces el Supremo no ha visto su recurso de casación y la sentencia ya es firme.

Conde-Pumpido había ordenado que en esos casos los fiscales deben advertir al Tribunal Supremo con tres meses de antelación. Mientras desde otras audiencias se han cursado más de un centenar de avisos, la fiscalía que dirige Fungairiño no ha cursado ninguno. Tampoco el de los islamistas de la Operación Dátil, según fuentes de la Fiscalía General.