El hospital Clínico de Málaga realiza más de 3.000 operaciones de corazón en diez años

La tasa de mortalidad coronaria del centro se sítúa en el 3%, la mitad del objetivo del SAS

El pasado martes 24, la unidad de Cirugía Cardiaca del hospital universitario Virgen de la Victoria de Málaga, más conocido como el Clínico, vivió una jornada para presumir. La unidad, cuyo nacimiento fue muy discutido -la Sociedad Española de Cirugía Cardiaca emitió un dictamen en contra de su apertura-, cumple este mes diez años. En este tiempo se han realizado más de 3.000 operaciones mayores de corazón, según informó el doctor Eduardo Olalla, responsable de la unidad. Además, se ha conseguido llevar la tasa de mortalidad de los pacientes a sólo el 3%.

Esta cifra de mortalidad corona...

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El pasado martes 24, la unidad de Cirugía Cardiaca del hospital universitario Virgen de la Victoria de Málaga, más conocido como el Clínico, vivió una jornada para presumir. La unidad, cuyo nacimiento fue muy discutido -la Sociedad Española de Cirugía Cardiaca emitió un dictamen en contra de su apertura-, cumple este mes diez años. En este tiempo se han realizado más de 3.000 operaciones mayores de corazón, según informó el doctor Eduardo Olalla, responsable de la unidad. Además, se ha conseguido llevar la tasa de mortalidad de los pacientes a sólo el 3%.

Esta cifra de mortalidad coronaria en el periodo de hospitalización supone la mitad del objetivo que se había marcado el Servicio Andaluz de Salud y coloca al Clínico malagueño en "niveles similares a los estándares europeos", afirmó Olalla. En la unidad trabaja un total de 120 profesionales, de los que cinco son cirujanos cardiacos.

Un tercio de los enfermos intervenidos eran pacientes coronarios intervenidos tanto con circulación extracorpórea -es decir, con una máquina que permite mantener parado el corazón y que la sangre siga circulando- como sin ella. Unos 250 recibieron injertos arteriales para mejorar la evolución de sus dolencias a largo plazo. Además, 500 eran pacientes aórticos y 250 tenían dañadas sus válvulas mitrales y era preciso repararlas o sustituirlas.

En los diez años que lleva el servicio en funcionamiento, los conocimientos y las técnicas quirúrgicas han experimentado cambios muy notables. "El quirófano ha cambiado totalmente en este tiempo. La posibilidad de hacer operaciones con el corazón latiendo ha sido una revolución. También ha sido un gran avance el poder reparar las válvulas mitrales sin cambiarlas", señala el doctor Miguel Such. En los próximos días se va a instalar en el quirófano un eco-cardiógrafo, que permitirá a los cirujanos desarrollar nuevas técnicas de reparación mitral y aórtica. Además, se han incorporado técnicas punteras como la crioablación, o corte con nitrógeno líquido a 150 grados bajo cero, para tratar fibrilaciones en las aurículas. Para el futuro, el servicio de cirugía coronaria tiene sus miras puestas en la robótica o en la cirugía laparoscópica, esto es, intervenciones mínimamente invasivas y de rápida cicatrización.

Para mantenerse al día de los nuevos conocimientos y técnicas quirúrgicas, el hospital ha invitado durante la pasada década a numerosos cirujanos españoles y extranjeros. Además, sus profesionales han realizado estancias de aprendizaje en centros sanitarios de España y del extranjero, como Toronto (Canadá), Gotemburgo (Suecia), Milán y Bérgamo (Italia), Hamburgo (Alemania), Turquía o el hospital Mount Sinai de Nueva York. En la actualidad, el 76% de las operaciones se hacen con el corazón latiendo, lo que minimiza las afecciones que genera el mantenerlo parado.

El perfil de los pacientes que han pasado por el quirófano 8 del Clínico ha cambiado sustancialmente en estos diez años, según el doctor Such. "Cada vez operamos más personas ancianas. La edad media del paciente ha subido ocho años", afirma. Además, la llegada de inmigrantes ha hecho que los médicos tengan que enfrentarse a enfermedades que prácticamente estaban erradicadas en España, como las fiebres reumáticas, que afectan sobre todo a jóvenes procedentes de países como Marruecos o Rumanía. Aproximadamente el 18% de los enfermos que trata la unidad de cirugía cardiaca son extranjeros, cifra que se eleva al 30% cuando se trata de pacientes provenientes del Hospital Costa del Sol, de Marbella.

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Para celebrar el décimo aniversario de la unidad, sus integrantes realizaron el pasado martes un acto de celebración y balance. En él participó Alfonso Castro, jefe del servicio de Cardiología del Hospital Juan Canalejo de A Coruña. Castro recordó que de cada 70.000 infartos que se producen al año en España, sólo 41.000 pacientes llegan vivos al hospital, y subrayó la importancia de la actuación rápida: "Sólo el 20% de los pacientes se ponen en contacto con el sistema sanitario en la primera hora", lamentó. Además, hizo hincapié en tratar ciertas enfermedades coronarias "antes de que den síntomas, ya que si no se hace "el riesgo de muerte es igual que el de los cánceres más agresivos".

El médico gallego habló de la necesidad de "concentrar los recursos" y de "crear centros de referencia nacional", que operen a muchos pacientes, lo que permite tener a profesionales mejor preparados. Los números parecen corroborar esta idea: del 12% de pacientes del servicio de cardiología que morían hace diez años en el hospital, incluyendo a enfermos terminales y que ingresaban de urgencia, se ha pasado al actual 7%.

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